Denzel Washington en este filme personifica a un ser humano (Eli), en principio común y corriente que tiene una misión en su camino, proteger y llevar al oeste de los Estados Unidos un singular “libro”. En el camino surgen una serie de atrocidades por la necesidad de alimentos y la cacería de libros que lleva a cabo el villano de la historia. A lo largo de la película ya entendemos que la destrucción casi total del mundo fue causada por una gran guerra donde las secuelas son, la falta de comida, agua y el incendio de todas las Biblias del mundo. Siiiii has leído bien, NO quedaban BIBLIAS en todo el mundo… recuerdas el libro de Eli… era una Biblia y ahí empieza la persecución.
Bueno, creo que los ubiqué en la trama de esta película en la que mi reacción no fue otra que confusión y sorpresa. Sorpresa al ver en pantalla gigante lo que puede causar la necesidad de una Biblia, y la seguridad que causa la posesión de una y es que definitivamente se nos olvida lo que hoy tenemos en las manos, tal como se entiende en el filme “la llave para salvar la humanidad”.
Tener la formula para hallar la sabiduría, las paz, la respuesta, la esperanza de un futuro cierto y mejor que el que vives hoy, las leyes de la vida, el propósito y el fin de nuestro caminar es un verdadero privilegio que debemos proteger, guardar en nuestro corazón y sobre todo compartirlo, tal como dice su palabra en Filipenses 2:16 “Asidos de la Palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.” (Sinónimos de Asidos: aferrados, agarrados )
No esperes que te haga falta y que tengas que espiritualmente moribundo buscar las respuestas de Dios para tu vida en sus sabias palabras, porque no es un simple libro de cuentos fantásticos, es la misma voz de Dios con la ayuda del Espíritu Santo lo que hace que tu vida sea transformada. No es más el libro de Eli es el libro tuyo y el libro mío.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su Ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará.” Salmos 1:1-4.
lunes, 22 de marzo de 2010
lunes, 15 de marzo de 2010
Mentes inquietas Por Lucas Leys
Éxodo 31:3. Y lo he llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa.
Investigaciones en la universidad de Minnesota encontraron que los maestros le sonreían a niños con alto índice de inteligencia que eran aplicados pero miraban con desprecio a los más creativos. Según el estudio, los alumnos inteligentes pero no creativos aceptan con conformidad, no se rebelan y completan sus deberes con prontitud y casi perfectos. Los niños creativos en cambio, tienden a ser manipuladores, imaginativos e intuitivos. Son más propensos a poner nerviosos a los maestros. En general los creativos son inquietos, independientes, imaginativos y les falta seriedad. Muchas veces su comportamiento distrae al resto de la clase y dan respuestas inesperadas. El estudio universitario encontró que setenta por ciento de los niños nivelados muy alto en creatividad No eran los preferidos de los profesores y No eran los mejores de la clase. Luego compararon sus resultados con los de una investigación de la Universidad de Stanford en el que se había dejado a los profesores y maestras de escuelas primarias seleccionar a los niños más brillantes. La conclusión fue que los profesores y maestras hubieran excluido de su lista de alumnos brillantes a Edison, Picasso, Einstein y Mark Twain.
La creatividad es un regalo de Dios. Es uno de sus atributos comunicables. Es decir una de las características de Dios que él decidió trasmitirnos como consecuencia de hacernos a su imagen y semejanza. Las personas creativas están siempre buscando nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Muchas veces la iglesia ha hecho lo mismo que la escuela. Hemos puesto en alta estima a los que repiten los procesos al pie de la letra en vez de prestarles atención a los innovadores que quizás encontraron una mejor manera de hacer las cosas para el tiempo moderno.
Con el Espíritu de Dios dentro de nosotros, todos los cristianos podemos ser personas creativas. Debemos usar la imaginación para poder cumplir con la misión para la que Dios nos escogió. Podemos usar la imaginación para renovar nuestra vida, familias, iglesia y este mundo que tanto necesita de la creatividad de los hijos de Dios.
Punto de reflexión
¿Qué piensa Dios de la creatividad?
¿Cómo puedo usar mi creatividad para el Señor?
Investigaciones en la universidad de Minnesota encontraron que los maestros le sonreían a niños con alto índice de inteligencia que eran aplicados pero miraban con desprecio a los más creativos. Según el estudio, los alumnos inteligentes pero no creativos aceptan con conformidad, no se rebelan y completan sus deberes con prontitud y casi perfectos. Los niños creativos en cambio, tienden a ser manipuladores, imaginativos e intuitivos. Son más propensos a poner nerviosos a los maestros. En general los creativos son inquietos, independientes, imaginativos y les falta seriedad. Muchas veces su comportamiento distrae al resto de la clase y dan respuestas inesperadas. El estudio universitario encontró que setenta por ciento de los niños nivelados muy alto en creatividad No eran los preferidos de los profesores y No eran los mejores de la clase. Luego compararon sus resultados con los de una investigación de la Universidad de Stanford en el que se había dejado a los profesores y maestras de escuelas primarias seleccionar a los niños más brillantes. La conclusión fue que los profesores y maestras hubieran excluido de su lista de alumnos brillantes a Edison, Picasso, Einstein y Mark Twain.
La creatividad es un regalo de Dios. Es uno de sus atributos comunicables. Es decir una de las características de Dios que él decidió trasmitirnos como consecuencia de hacernos a su imagen y semejanza. Las personas creativas están siempre buscando nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Muchas veces la iglesia ha hecho lo mismo que la escuela. Hemos puesto en alta estima a los que repiten los procesos al pie de la letra en vez de prestarles atención a los innovadores que quizás encontraron una mejor manera de hacer las cosas para el tiempo moderno.
Con el Espíritu de Dios dentro de nosotros, todos los cristianos podemos ser personas creativas. Debemos usar la imaginación para poder cumplir con la misión para la que Dios nos escogió. Podemos usar la imaginación para renovar nuestra vida, familias, iglesia y este mundo que tanto necesita de la creatividad de los hijos de Dios.
Punto de reflexión
¿Qué piensa Dios de la creatividad?
¿Cómo puedo usar mi creatividad para el Señor?
viernes, 12 de marzo de 2010
El sentido del humor by Lucas Leys
Proverbios 17:22
Gran remedio es el corazón alegre
Sin embargo hay algunos que en seguida callan al que hace reír; no lo hagamos. Ayudémoslo a usar ese don para bendición. Yo estoy convencido de que todos debemos desarrollar el sentido del humor. Debemos desarrollarlo y explotarlo hasta que podamos usarlo cuando escasee. Recordemos siempre que la risa es una excelente medicina y hoy podemos usarla con alguien que la necesite con desesperación.
Al límite
Me imagino a Dios demasiado serio?
Como puedo usar el sentido del humor para bendecir?
Gran remedio es el corazón alegre
Mark Twain decía que la mayor bendición dada al hombre es el sentido del humor. A todos nos encanta estar cerca de una persona que posee sentido del humor. Esas personas que son el alma de la fiesta, que siempre tienen un chiste guardado, y que con solo contar algo muy simple por la manera de hacerlo ya nos hace reír.
Si nos ponemos a pensar, el sentido del humor no tiene otro origen que el haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Lo que nos lleva a la conclusión de que esta es una de las características divinas del Dios altísimo. Me imagino al Señor riendo a carcajadas al momento de la creación. Una alegría desbordante emergiendo de alguien sin pecado fue lo que produjo la alegría necesaria para hacer andar las estrellas. Estuvo su humor chispeante detrás de cada flor, de cada ave y cada pez. Es que el buen humor puede hacer milagros y Dios puso ese poder en nuestras manos como un gran regalo. Es una bendición que nos ha sido concedida para bendecir a otros. Y como dice el proverbio, para curar como un “gran remedio”.
Sin embargo hay algunos que en seguida callan al que hace reír; no lo hagamos. Ayudémoslo a usar ese don para bendición. Yo estoy convencido de que todos debemos desarrollar el sentido del humor. Debemos desarrollarlo y explotarlo hasta que podamos usarlo cuando escasee. Recordemos siempre que la risa es una excelente medicina y hoy podemos usarla con alguien que la necesite con desesperación.
Al límite
Me imagino a Dios demasiado serio?
Como puedo usar el sentido del humor para bendecir?
jueves, 11 de marzo de 2010
DERRUMBANDO MUROS Por Lucas Leys
Hebreos 11:30. Por la fe cayeron las murallas…
Daban vuelta en silencio. El surco de las pisadas en el barro se hacía cada vez más profundo. Era duro no poder hablar y más difícil no estar seguro de cuál era la táctica que su comandante Josué estaba siguiendo. Hacía seis días que daban vueltas alrededor de los muros de Jericó y ahora en el séptimo tenían que dar siete más. Los días anteriores fueron diferentes. Mientras daban la vuelta se podían escuchar las trompetas de los sacerdotes, pero esta vez todo tenía que permanecer en silencio hasta la vuelta número siete.
A la séptima vuelta, tal como Josué lo había ordenado, sonaron las trompetas y todo el ejército de Israel empezó a gritar a gran voz. En instantes los gritos, los cuernos y las trompetas se mezclaron con el estruendo de los muros de la ciudad que empezaron a derrumbarse. Fue todo un desconcierto para Jericó, las tropas israelitas entraron con el mismo estrépito y pronto la ciudad estaba arrasada. Ni ellos entendían lo que había sucedido.
Era evidente que la estrategia no era humana. Dar vueltas por siete días y el último armar un alboroto para que se cayeran los muros de una de las ciudades más grandes de Canaán no estaba en los cálculos de nadie. No quedaba duda que la táctica no era iniciativa de Josué sino que venía del comandante de los cielos. Todos sabemos que a él le gusta mostrarnos que no son las tácticas ni las habilidades humanas las que pueden ganar las batallas del pueblo de Dios. Él nos sigue insistiendo que es por la fe y la obediencia que podemos alcanzar la verdadera victoria. Eso fue lo que tuvo Josué para darle la orden al pueblo. Fe y obediencia fue lo que tuvo el pueblo al marchar en silencio y eso es lo que debemos tener si queremos que se caigan los muros de Satanás a nuestro paso.
Alguien me dijo: «Arroja el corazón del otro lado de la pared y el resto lo seguirá». El corazón de Josué ya había visto las paredes caer. No dudó de las aparentemente locas estrategias de Dios y puso su corazón del otro lado del muro. Pronto todo el pueblo lo siguió.
Daban vuelta en silencio. El surco de las pisadas en el barro se hacía cada vez más profundo. Era duro no poder hablar y más difícil no estar seguro de cuál era la táctica que su comandante Josué estaba siguiendo. Hacía seis días que daban vueltas alrededor de los muros de Jericó y ahora en el séptimo tenían que dar siete más. Los días anteriores fueron diferentes. Mientras daban la vuelta se podían escuchar las trompetas de los sacerdotes, pero esta vez todo tenía que permanecer en silencio hasta la vuelta número siete.
A la séptima vuelta, tal como Josué lo había ordenado, sonaron las trompetas y todo el ejército de Israel empezó a gritar a gran voz. En instantes los gritos, los cuernos y las trompetas se mezclaron con el estruendo de los muros de la ciudad que empezaron a derrumbarse. Fue todo un desconcierto para Jericó, las tropas israelitas entraron con el mismo estrépito y pronto la ciudad estaba arrasada. Ni ellos entendían lo que había sucedido.
Era evidente que la estrategia no era humana. Dar vueltas por siete días y el último armar un alboroto para que se cayeran los muros de una de las ciudades más grandes de Canaán no estaba en los cálculos de nadie. No quedaba duda que la táctica no era iniciativa de Josué sino que venía del comandante de los cielos. Todos sabemos que a él le gusta mostrarnos que no son las tácticas ni las habilidades humanas las que pueden ganar las batallas del pueblo de Dios. Él nos sigue insistiendo que es por la fe y la obediencia que podemos alcanzar la verdadera victoria. Eso fue lo que tuvo Josué para darle la orden al pueblo. Fe y obediencia fue lo que tuvo el pueblo al marchar en silencio y eso es lo que debemos tener si queremos que se caigan los muros de Satanás a nuestro paso.
Alguien me dijo: «Arroja el corazón del otro lado de la pared y el resto lo seguirá». El corazón de Josué ya había visto las paredes caer. No dudó de las aparentemente locas estrategias de Dios y puso su corazón del otro lado del muro. Pronto todo el pueblo lo siguió.
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