viernes, 30 de diciembre de 2011

Bordado

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando.

Yo observaba el trabajo de mi mamá desde una posición más baja que donde estaba sentada ella, así que siempre me quejaba diciéndole que desde mi punto de vista lo que estaba haciendo me parecía muy confuso.

Ella me sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: “Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición”. Me preguntaba porqué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y porqué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.

Unos minutos más tarde escuchaba la voz de mi mamá diciéndome: “Hijo, ven y siéntate en mi regazo.” Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo se veía tan confuso.

Entonces mi mamá me decía: “Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Había un diseño, sólo lo estaba siguiendo. Ahora míralo desde mi posición y sabrás lo que estaba haciendo.”

Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho: “Padre, ¿qué estás haciendo? El responde: “Estoy bordando tu vida”. Entonces yo le replico: “Pero se ve tan confuso, es un desorden.

Los hilos parecen tan oscuros, ¿porqué no son más brillantes?”.

El Padre parecía decirme: “Mi niño, ocúpate de tu trabajo… y yo haciendo el mío, un día te traeré al cielo y te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás…”

Salmos 139:1

OH Señor, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, Has entendido desde lejos mis pensamientos.
Mi senda y mi acostarme has rodeado, Y estás impuesto en todos mis caminos.
Pues aun no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Dios, tú la sabes toda.


Fuente: http://renuevodeplenitud.com/

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un Rincón lleno de Basura

La casa era hermosa, del estilo del siglo diecinueve, y estaba rodeada de bellos jardines. Dentro de la casa había colecciones de relojes antiguos, lámparas de dos siglos de edad, sombrillas de todos los países, estatuillas de marfil, y otras muchas antigüedades. Pero Joan Abery, la dueña, de Reading, Inglaterra, nunca vivió allí. Ella vivió, durante treinta y cinco años, en un vaciadero de basuras.

Joan Abery había sido víctima de un cruel abandono. Su novio la había dejado plantada en el altar treinta y cinco años atrás. Eso la destrozó. No sólo rehusó poner pie bajo el techado de su casa, sino que nunca permitió que ningún otro viviera allí. Prefirió vivir entre la basura, rodeada de ratas y de cucarachas, que en su hermosa casa. Y allí murió, anciana ya, decrépita y solitaria.

Hay un proverbio bíblico que dice: «Más vale habitar en un rincón de la azotea que compartir el techo con mujer pendenciera» (Proverbios 21:9). En su amargura, Joan Abery modificó el proverbio de la siguiente manera: «Más vale habitar en un rincón lleno de basura, sola y tranquila, que en espaciosa casa mal acompañada.»

La basura no es lugar para vivir. Dios no hizo al ser humano para vivir en medio de la basura. Al contrario, Dios hizo para el hombre y la mujer un jardín encantador que les dio por vivienda. Fue la derrota, la sensación de desgracia y fracaso, lo que los llevó a alojarse entre los desperdicios y las alimañas. Joan merecía vivir en casa propia, rodeada de sus colecciones de arte, y entre jardines y flores, pero prefirió vivir entre la basura.

Así mismo hay muchas personas hoy en día que, pudiendo vivir en la limpieza y en el orden, en la belleza y en la cultura, prefieren vivir en medio de desperdicios y desechos morales. Porque vivir en medio de chismes y discordias, de peleas, de insultos y maltratos, es vivir entre la basura.

Vivir en borracheras continuas, en drogas y delitos; andar ocultando con vergüenza una doble vida; practicar descaradamente toda suerte de aberración moral, adulterios, abandono de hijos, desfalcos monetarios y traición de confianzas, es vivir entre la basura. No sólo la ciudad tiene sus basureros; también los tiene la sociedad que vive en ella.

Cristo quiere librarnos de toda basura moral. Él quiere darnos una vida limpia. Él quiere que vivamos en armonía y paz. Él quiere proporcionarnos una completa y total emancipación. Aceptemos el hogar de Dios. No vivamos más en los basureros de este mundo. Sólo en Cristo hay verdadera pureza.


Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el territorio que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Deuteronomio 30:20

¡Sonríele a la vida, Israel! ¿Quién como tú, pueblo rescatado por el Señor? Él es tu escudo y tu ayuda; él es tu espada victoriosa. Tus enemigos se doblegarán ante ti; sus espaldas te servirán de tapete. Deuteronomio 33:29


Fuente: http://renuevodeplenitud.com/

lunes, 26 de diciembre de 2011

El Ladrón y su Madre por Raúl Irigoyen

Un joven adolescente robó un libro a uno de sus compañeros de escuela y se lo mostró a su madre. Ella no solamente se abstuvo de castigarlo, sino más bien lo estimuló. A la siguiente oportunidad se robó una capa y se la llevó a su madre quien de nuevo lo alabó.

El joven creció y ya adulto fue robando cada vez cosas de más valor hasta que un día fue capturado en el acto, y con las manos atadas fue conducido al cadalso para su ejecución pública.

Su madre lo siguió entre la multitud y se golpeaba violentamente su pecho de tristeza. Al verla el ladrón dijo: “Deseo decirle algo a mi madre en su oído”.

Ella acercó su oído a él, y éste rápidamente mordió su oreja cortándosela. Su madre le reclamó que era un hijo desnaturalizado, a lo que él replicó: “¡Ah! Si me hubieras reprendido en mi primer robo del libro aquel, nunca hubiera llegado a esto y ser condenado a una ingrata muerte.

¡Qué terrible es que al buscar al responsable de las cosas que hoy vivimos, descubrimos que somos nosotros mismos! Y es que indefectiblemente habremos de cosechar lo que sembramos ya sea en nuestras propias vidas o en las de quienes nos rodean. La reflexión de hoy nos permite comprender cómo las pequeñas cosas que hacemos o permitimos hacer acaban por definir el rumbo de nuestras vidas. En lo que respecta a nuestros hijos o los de aquellos de personas a las que amamos, estemos dispuestos a corregirlos… lo que está en juego es su futuro. ¿Será este próspero o lleno de amarguras? Cada uno de nosotros, si estamos dispuestos a intervenir a favor de esos muchachos, podrá hacer la diferencia. Adelante y que el Señor les bendiga.

La experiencia me ha enseñado que los que siembran maldad cosechan desventura. Job 4:8

El que siembra maldad cosecha desgracias; el Señor lo destruirá con el cetro de su ira. Proverbios 22:8


Fuente: http://renuevodeplenitud.com/

viernes, 23 de diciembre de 2011

Navidad es Reconciliación Por Rick Warren

La mayor parte de la historia universal es un relato de conflictos. Durante los últimos 5.560 años ha habido cerca de quince mil guerras, y ésas san sólo las que se conocen hoy. Hoy en día, en el mundo se están librando 32 guerras, grandes y pequeñas. Pareciera que los seres humanos no tenemos mucho talento para vivir en paz con nuestros semejantes. Somos mucho mejores para los desacuerdos, las peleas y las contiendas.

Hace cien años, existía la creencia popular de que si se pudiera educar al mundo, todas las guerras desaparecerían. Pero luego de dos guerras mundiales entre las naciones más cultas del planeta, ese ingenuo optimismo se desvaneció. Sin una transformación del corazón, la educación simplemente nos permite concebir modos más sofisticados de matarnos unos a otros. Hay muchas personas brillantes en prisión. Una mente culta no produce automáticamente un corazón pacífico. Lo que el mundo necesita desesperadamente es la reconciliación.

Jesús vino para que, por medio de Él, nos reconciliemos con Dios

 Dice la Biblia: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación” (Ro.5:8-11).

Las personas lejos de Cristo sienten una falta de plenitud en sus vidas, pero que no saben lo que andan buscando. “Algo me falta”, dicen, o “la vida tiene que ser algo más que esto!” En consecuencia, prueban toda clase de remedios, actividades, logros, drogas y aventuras, en un intento por llenar el vacío que hay en sus corazones cuando lo que necesitan es reconciliarse con Dios. Nada puede suplir la relación rota con Dios.

La buena noticia de la Navidad es que Jesús vino a ser el puente de reconciliación entre el ser humano y Dios.

Para los que amamos al Señor, la reconciliación es un hecho y la podemos experimentar a diario. Pero no sólo es para nosotros. Dice: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: “En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios”. (2ºCo.5:17-20).

Somos reconciliadores. Navidad es la época ideal para ejercitarse en este bendito ministerio.


Fuente: http://devocionaldiario.org/

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Compinche de la Mafia por Max Lucado

Pasaje clave: “Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores” (Mateo 9:13).

Según su historial, Mateo era un recaudador de impuestos del gobierno. Según sus vecinos, era un pillo. Tenía en una esqui­na una oficina de recolección de impuestos y una mano exten­dida. Allí estaba el día en que vio a Jesús. «Sigúeme», le dijo el Maestro, y Mateo lo siguió. En el versículo que sigue encon­tramos a Jesús sentado a la mesa de Mateo cenando: «Jesús estaba comiendo en casa de Mateo» (Mt 9:10).

Una conversación en la vereda no hubiera satisfecho su corazón, así que Mateo llevó a Jesús a su casa. Algo ocurre en la mesa de la cena que no sucede en el escritorio en la ofici­na. Sáquese la corbata, encienda el asador, destape los refres­cos y pase la noche con el que colgó las estrellas en su sitio.

«¿Sabes, Jesús? Discúlpame por preguntarte esto, pero siem­pre quise saber…»

Aunque el hecho de extender la invitación es impresionan­te, la aceptación lo es mucho más. A Jesús no le importaba que Mateo fuera ladrón. A Jesús no le importaba que Mateo vivie­ra en una casa de dos pisos con las ganancias de su extorsión. Lo que le importó fue que Mateo quería conocerlo.

La proporción entre los que no lo vieron y los que lo busca­ron es de mil a uno. Pero la proporción entre los que lo busca­ron y los que le hallaron siempre fue de uno a uno. Todos los que lo buscaron lo hallaron.


Fuente: http://devocionaldiario.org/

lunes, 19 de diciembre de 2011

La Gracia de Dios por Max Lucado

No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4.15–16).

Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe(Efesios 2.8–9).

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca (1 Pedro 5.10).

Puedes ser una persona decente. Puedes pagar impuestos, besar a tus hijos y dormir con una conciencia limpia. Pero sin Cristo no eres santo. Entonces, ¿cómo puedes ir al cielo?

Solamente cree. Acepta la obra ya realizada, la obra de Jesús en la cruz.

Acepta la bondad de Jesucristo. Abandona tus propias obras y acepta las suyas. Abandona tu propia decencia y acepta la suya. Preséntate delante de Dios en su nombre, no en el tuyo.

¿Te parece fácil? Pues no fue nada fácil. La cruz era pesada, la sangre era real y el precio exorbitante. Pero como a ti y a mí nos habría llevado a la bancarrota, Él pagó por nosotros. Llámalo sencillo. Llámalo un regalo. Pero no lo llames fácil.

Llámalo lo que es. Llámalo gracia.


Fuente: http://devocionaldiario.org/

viernes, 16 de diciembre de 2011

Serie "Actívate" (parte 4 de 4) por Yamel Núñez


"Hechos a la imagen de Dios"

Génesis 1:1 "En el principio creó Dios los cielos y la Tierra".

Dios le dió la tarea al hombre de poblar la Tierra y gobernarla (Génesis 1:28). Y ésta responsabilidad no fue más que un préstamo.

Por tanto, si la Tierra es un préstamo, ¿qué rol hemos desempeñado en ésta?, ¿qué hemos hecho con ella?...

Discovery chanel declaró: "La Tierra es asombrosa". ¡Y verdaderamente lo es!.

Mientras más asombrosa es la naturaleza más hermosa es la imagen que refleja de Dios. La Tierra cuenta su historia  y hace evidente sus cualidades (Romanos 1:20). Pero, ¿es el mundo solamente asombroso?

1 Reyes 21:1-19 nos cuenta la historia de Nabot y Acab, un conflicto entre la generosidad y la avaricia, el cual concluye con un asesinato por un viñedo... por un pedazo de tierra... Entonces, ¿somos dueños de la Tierra para hacer lo que queramos con ella o debemos mantenerla intacta para demostrar la hermosura de Dios?

La Tierra fue y sigue siendo un préstamo, no es un lugar creado para destruir, Dios puso a alguien a cargo de ella y de los seres vivientes (a nosotros)... ¡Cuidémosla!

Reto:
1.- Actívate a hacer algo que no sea fácil por la tierra y por alguien.
2.- ¡Actívate! porque esto puede causar un efecto dominó.


Fuente: http://puertaabiertaonline.org/multimedia/cultos-juveniles/134-sabado-10-diciembre-2011.html

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Dos Ladrones, Dos Decisiones por Max Lucado


Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús (Romanos 8:1).

¿Te has preguntado alguna vez por qué hubo dos cruces cerca de Cristo? ¿Por qué no seis o diez? ¿Y te has preguntado por qué Jesús estaba en el centro? ¿Por qué no a la derecha, o bien a la izquierda? ¿No será que las dos cruces en el cerro simboli­zan uno de los regalos más grandes de Dios, el don de elegir?

Los dos criminales tienen mucho en común. Condenados por el mismo sistema. Condenados a una muerte idéntica. Rodeados de la misma multitud. Igualmente cerca del propio Jesús. E incluso, comienzan ambos con el mismo sarcasmo: «Así también lo insultaban los bandidos que estaban crucifica­dos con él» (Mt 27:44).

Pero uno cambió. Le dijo: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino». Jesús le contestó: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc.23:42-43).

Piense en el ladrón que se arrepintió. Aunque sabemos muy poco de él, sabemos que en su vida cometió muchas faltas. Escogió compañeros malos, la moralidad errónea, la conduc­ta equivocada. ¿Pero podría decirse que su vida fue un desper­dicio? ¿Está pasando la eternidad con todos los frutos de sus malas decisiones? No. Todo lo contrario. Está disfrutando del fruto de la única decisión buena que hizo. Al final, todas sus malas decisiones fueron redimidas por una sola buena.

En su vida usted ha hecho algunas malas decisiones, ¿no es cierto? Mira su vida hacia atrás y se dice: «Si pudiera… si pudiera reparar las malas decisiones». ¡Puede! Una buena deci­sión para la eternidad compensa miles de malas decisiones hechas sobre la tierra.

Usted tiene que tomar la decisión.


Fuente: http://devocionaldiario.org/

lunes, 12 de diciembre de 2011

El amor por Max Lucado

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Corintios 13.4–7)

Nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él (1 Juan 4.16)

El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios (Juan 16.27)

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13.34–35)

La búsqueda más difícil es la de la verdad y el amor.

Esta frase es gramaticalmente correcta. Sé que todos los maestros quisieran pluralizar esta frase y decir: Las búsquedas más difíciles son la de la verdad y la del amor. Pero eso no es lo que quiero decir.

El amor es una búsqueda difícil.

La verdad lo es también.

Pero pon las dos juntas, busca la verdad y el amor al mismo tiempo y sujétate firmemente, pues experimentarás la mayor aventura de tu vida.

Amor en la verdad. Verdad en el amor. Nunca uno a expensas del otro. Nunca el abrazo del amor sin la antorcha de la verdad. Nunca el calor de la verdad sin la calidez del amor.

Buscar ambas cosas es nuestra tarea principal.


Fuente: http://devocionaldiario.org/

viernes, 9 de diciembre de 2011

Serie "Actívate" (parte 3 de 4) por Rubén Daneri

Lucas 11:37-52


A veces hacemos parecer a nuestro grupo, ministerio o iglesia como un castillo, con una muralla impenetrable donde sólo se puede entrar por una puerta que únicamente se abre para las personas que son lo suficientemente "santos".

La única persona santa ha sido Jesús, y aún así los fariseos lo juzgaron por no lavarse las manos antes de comer, como era costumbre entre ellos. En ese momento, no pensaban en todo el trabajo que él estaba haciendo para ayudar a los demás, sino que se concentraron en juzgarlo por no cumplir con una de las tradiciones.

¿Te suena parecido? ¿Has juzgado a alguien por una trivialidad mientras olvidas todo lo bueno que hace? Es nuestro deber el tratar de que los demás miembros se sientan cómodos con nosotros. Cuando excluimos a alguien hacemos que esa persona no se sienta bienvenida.

¿Qué pasaría si en vez de un castillo, nuestra iglesia fuera un oasis en medio del desierto? Donde la vida de cada uno de nosotros pueda reflejar el oasis de Dios. Donde cuando alguien venga a beber, encuentre agua. Donde sea visible el amor, la aceptación y la misericordia de Jesús.

Actívate, identifica las necesidades, haz algo para que sean tuyas y reforma la manera en la que el mundo trabaja.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

El Perro Fiel

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pudo tener hijos. Para no sentirse tan solos compraron un cachorro Pastor Alemán, el cual criaron como si fuera su propio hijo.

El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso Pastor Alemán. El perro salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por los ladrones. Siempre era un perro fiel a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de 7 años de tener al perro, la pareja logró tener al hijo tan ansiado, la pareja estaba tan contenta con su nuevo hijo que disminuyeron las atenciones que tenían para con el perro. Éste se sintió relegado y comenzó a tener celos del bebé. Gruñía cuando sus dueños paseaban al bebé y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante 7 años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna, mientras preparaban una carne en la terraza, y al dirigirse al cuarto del bebé, vieron al perro con la boca ensangrentada moviendo la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma y en el acto mató al perro. Corrieron al cuarto del bebé y con gran asombro lo encontraron tranquilamente durmiendo. En la parte debajo de la cuna del bebé encontraron una serpiente degollada. El dueño lloró amargamente lamentándose: “He matado a mi perro fiel”.

Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas. Lo que es peor, las juzgamos y las condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos y sentimientos. Muchos amigos fieles hemos “matado” por no aclarar una situación, muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordaremos La Historia del Perro Fiel.

No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Levítico 19:15.

No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? Santiago 4:12.



Fuente: renuevodeplenitud.com

lunes, 5 de diciembre de 2011

"Si Dios es tu padre, llama a casa" por Lucas Leys

Filipenses 4:6-7
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.

Cierta vez Martín Lutero dijo: «Tengo tanto para hacer hoy, que me voy a pasar las primeras tres horas en oración».


Es que cuando oramos nos conectamos con la fuerza más poderosa del universo, la de Dios. Comenzar el día con Dios es muy importante. Si vivimos conscientes de su presencia no podemos levantarnos en la mañana y no saludarlo.

La historia del hijo prodigo se usa siempre para hablar de los apartados y alejados. Usamos esta categoría para los que no vienen más a la iglesia o están fríos espiritualmente (cosa que solemos juzgar por la cantidad de reuniones a las que asisten). Pero no hace falta dejar de ir al templo para estar fríos. Solo con dejar de orar empezamos a ser hijos que no hablan con papá Dios.


La oración crea esperanza y poder. Hablar con Dios nos enjuaga el corazón, es por eso que cuando pasamos mucho tiempo sin hablar con él se nos enfría la relación. Es igual que dejes de hablar con tu papá o tu mamá en la tierra. No puedes saber qué hacen, piensan, sienten y pronto dejas de entenderlos.


Hoy todos saben que para que las relaciones interpersonales funcionen debe haber una buena comunicación. Lo mismo sucede con Dios. La oración no es un monólogo con el techo. Dios escucha atentamente cada oración y a su tiempo responde. Él es el Padre y nosotros sus hijos.


Por qué, entonces, andar por ahí sin contar con la riqueza, el consejo y seguros de la protección del Padre. Mejor llamar a casa y asegurarnos que estamos comunicados con Dios. Su teléfono nunca está ocupado.

Fuente: www.especialidadesjuveniles.com

viernes, 2 de diciembre de 2011

Dios en HD por Martín Mateo

Están de moda las pantallas cada vez más grandes y la TV en alta definición, donde se ven todos los detalles, pero por más calidad que tenga nunca se iguala a vivir la situación en persona, en vivo y en directo.

Cuando vamos a un concierto, es curioso que muchos espectadores pasen gran cantidad del tiempo viendo el espectáculo a través de una pantallita de celular o cámara que ni siquiera es HD. Es decir que pudiendo ver la realidad en tamaño real y en vivo y en directo, la encerramos en una pantallita de 3 pulgadas.

Muchas veces nos ocurre lo mismo con nuestra relación con Dios. Sabemos que Dios es grande, pero nuestra percepción de él no es en tamaño real sino como si lo encerráramos en una pantallita. Es decir, todos sabemos que Dios es grande, pero a la vez, no todos experimentamos la misma grandeza de Dios. Dicho de otra manera, algunos tienen un Dios más grande que otros.

¿Cómo disfrutar el show en vivo y en directo y no encerrarlo en una pantalla?
El momento y el lugar donde mejor podemos experimentar esa grandeza en vivo y en directo es en la intimidad de la adoración. Cuando adoramos a Dios y resaltamos sus atributos, aunque hablamos bien de Él, quienes quedamos saciados somos nosotros.

Dice el Salmo 63:4-5 Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. Mi alma quedará satisfecha como de suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca.
Ocurre que las características de Dios tienen que ver con nosotros y podemos apropiarnos de ellas. Por ejemplo:


PODEROSO: no para jugar a las bolitas (canicas) con los planetas sino para usar ese poder en mi limitación o debilidad.

PERDONADOR: yo necesito su perdón

FIEL: aunque yo sea infiel.

GRANDE: más grande que mis problemas

BUENO: con quién? … conmigo.

La alabanza fortalece nuestra fe porque fijamos nuestra atención en él y no en nosotros y nuestras dificultades y limitaciones. La alabanza nos hace sensibles a la presencia enriquecedora de Dios. Sal 22:3 él habita nuestra alabanza.

En este día experimenta la grandeza de Dios como nunca antes!



Fuente: especialidadesjuvenles.com

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Joyas

Las joyas, en sí mismas, no tienen valor a menos que sean traídas a la luz. Colocadas en ciertas posiciones, reflejarán la belleza del sol. De otra forma, en ellas no hay belleza alguna.

El diamante que es llevado a la oscura galería o a la profunda mina subterránea no muestra ninguna belleza. ¿Qué es ella sino un pedazo de carbón, un poco de carbono común, a menos que ella se convierta en un medio para reflejar la luz? Así sucede también con las otras piedras preciosas.

Sus variados tonos no son nada sin la luz. Cuantos más lados tengan, reflejan más luz y exhiben más belleza. Si cogemos un diamante en bruto, veremos que no hay brillo en él. En su estado natural él no refleja luz alguna.

Así somos nosotros en un estado natural, de ninguna utilidad, hasta que Dios comienza a brillar sobre nosotros. La luz que existe en un diamante no es su propia posesión: es la belleza del sol.

¿Qué belleza existe en un hijo de Dios? Solamente la belleza de Jesús. Nosotros somos su pueblo especial, escogido para manifestar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Que podamos reflejar, hoy, Su luz y Su amor.

Salmos 97:11 “Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón.”

Salmos 27:1 “Jesús es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? EL es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?”

Proverbios 4:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.”

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

lunes, 28 de noviembre de 2011

La Camisa

Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para hablar. Paco lo acompañó desconfiado.


Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:
- Padre, estoy con muchísima rabia. Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo.

Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo.
- Joaquín me humilló delante de mis amigos. ¡Me gustaría que le pasase algo malo!

El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón. Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Paco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Joaquín y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tu le envías. Quiero que tires todo ese carbón en la camisa, hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.

Al niño le pareció un divertido juego, la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco. El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿como estás ahora?
- Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.

El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.

El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Paco solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:
- Viste que la camisa casi no se ensució…. pero fíjate en tí mismo. Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti. Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.

Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Lucas 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.



Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

viernes, 25 de noviembre de 2011

Serie “Actívate” (parte 2 de 4) por Félix Duarte

Lucas 16:19-31 (El rico y Lázaro)


En esta parábola Jesús cuenta la historia de dos hombres, la de un hombre rico que vivía con muchos lujos, vistiendo las mejores ropas y la de un mendigo, desamparado, muy enfermo y hambriento, llamado Lázaro.



El mendigo se sentaba frente al palacio del hombre rico, esperando que este tuviera compasión de él y que le satisficiera su hambre. Pero el hombre rico pasaba diariamente cerca de Lázaro sin preocuparse por él.


Muchas veces en nuestro alrededor hay personas con necesidades y nosotros sabiendo que debemos ayudarlos, no hacemos nada y somos como el hombre rico, que conocía a Lázaro, sabía lo que necesitaba y nunca hizo nada. ¿Cuántas personas están pasando por momentos difíciles a tu alrededor? ¿Estás haciendo algo por ellos?


“Debes activar en ti el ayudar”, debes estar dispuesto a ayudar a los demás, así como lo hizo Jesús, sin esperar recibir nada a cambio, no importa que no seas rico, para ayudar no necesitas vivir en un palacio, ni tener mucho dinero… Con lo que tienes puedes ayudar.

En Isaías 61:1 Dios nos muestra que estamos en este mundo para que nos identifiquemos con las necesidades de los demás, para que ayudemos a los abatidos y quebrantados de corazón que estén pasando por momentos difíciles.

“Actívate” ayuda a los demás con lo que tienes y aún cuando no tengas nada, ayuda mostrando el amor de Dios.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Agenda de noviembre y diciembre

Detalles

El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.

Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.



El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime.

Casi con reverencia le dijo al maestro: ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro? Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

lunes, 21 de noviembre de 2011

Un Hijo

Roy Popkin cuenta la historia real de un anciano que perdió el conocimiento en una calle de Brooklyn y lo llevaron de emergencia a un hospital.

Después de hacer algunas indagaciones, una enfermera del lugar pareció localizar al hijo del anciano, un marino que trabajaba en otra ciudad.

Cuando el marino llegó al hospital, la enfermera le dijo al anciano: “Su hijo está aquí”. El pobre anciano, sedado por tanta medicina, levantó su brazo tembloroso. El marino tomó su mano y la tuvo entre las suyas por varias horas.


De vez en cuando, la enfermera le sugería al marino que se tomara un descanso, pero él rehusaba.
Cerca de la madrugada, el anciano falleció. Luego que murió, el marino le preguntó a la enfermera: ¿Quién será ese hombre?


La enfermera le dijo: ¿no era su padre?
"No",
dijo el marino, “pero vi que se estaba muriendo y en ese momento él necesitaba un hijo desesperadamente y por eso me quedé”.


¿Cuando fue la última vez que hice algo extraordinario para acompañar a alguien simplemente porque esa persona lo necesitaba?



Lucas 22:26 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

viernes, 18 de noviembre de 2011

Serie “Actívate” (parte 1 de 4) por Sarahy García

En este mundo estamos rodeados de personas llenas de necesidades y problemas. Es muy común ver como la gran mayoría no se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor, o peor aún, no le presta importancia y solo se preocupa por arreglar sus asuntos y estar bien ellos mismos.


“Darnos cuenta de la necesidad” debe y tiene que ser nuestra mayor prioridad. No debemos esperar a que el otro se nos acerque y nos pida un favor, debemos notarlo nosotros mismos y ayudar.


¿Por qué tengo que darme cuenta de las necesidades de los demás y ayudarlos? En Mateo 25:34-40, Jesús nos dice que cuando hacemos algo por alguien aquí en la tierra, sea bueno o malo, se lo estamos haciendo a Él mismo.


Es bueno saber que debemos ser justos y hacer las cosas de corazón, sin esperar nada a cambio y mucho menos, sin esperar que todos los demás se enteren de nuestra ayuda.


Sentirnos incómodos y molestos con todas las cosas malas que están pasando en este mundo, preocuparnos por las necesidades que hay a nuestro alrededor y hacer lo posible por resolverlas, es lo que Dios nos pide.


¡Actívate! ¡Despierta! ¡Sensibilízate! Date cuenta de que debes ayudar y olvidar, no publicarlo, siempre siendo humilde y aceptando en todo momento la ayuda que los demás te puedan ofrecer.

lunes, 14 de noviembre de 2011

911 por Leith Anderson

En algunos países avanzados, el servicio de emergencia 911 es todo un arte. Todo lo que tú necesitas hacer es solo marcar el 911 y estará conectado en el acto con un operador.


Frente al operador está una pantalla que refleja el número que marcó, la dirección de su casa y su nombre. La llamada esta ligada con el departamento de policía, el departamento de bomberos y los paramédicos.


Casi no tienes que decir nada. Si no puedes hablar por que te tienen amenzado o fuera de control porque un ser querido sufrió un ataque al corazón, no hay problema, el operador no necesita que des detalles ya que con sólo llamar, estará en camino la ayuda necesaria.


Así es la oración…la oración es una línea de emergencia. Sólo conéctate con el creador..si no puedes hablar porque estás quebrantado, ni siquiera tienes que dar detalles….ya el operador celestial recibió la llamada y tienen tu nombre, tu dirección y un servicio secreto de investigación que conoce los detalles..no te angusties..ya la ayuda está en camino. Espera en Él..y Él hará..

Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

sábado, 12 de noviembre de 2011

Más que estar juntos

El domingo 20, será “Más que estar juntos”.

Nuestro culto será en el parque Mirador Sur, a las 10:00 a.m. y luego nos quedaremos toda la tarde en familia, compartiendo el almuerzo, juegos, concursos y mucho más.

Muy importante: lleva tu familia y amigos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Serie "Actívate"

No te pierdas a partir de este sábado 12 a las 7:00 pm el inicio de nuestra nueva serie juvenil de 4 semanas "Actívate".

Los últimos 4 cultos del año con los 4 líderes, ¡no te lo puedes perder!

Servidores y cartas de Jesucristo por Yamel Núñez

2Corintios 3:1-6En esta lectura claramente especifica que somos cartas escritas por el Espíritu Santo. Esto quiere decir que todos los que nos vean, deben ver a Cristo en nosotros. ¿Estamos reflejando el fruto del Espíritu que indica Gálatas 5:22-23? ¿Todas nuestras acciones muestran a Jesús?


Para llegar a ser una carta que refleje a Dios, primero debemos de arrepentirnos de nuestros pecados. Analicemos la siguiente paráfrasis de los 10 mandamientos para ver en donde hemos fallado:

1. ¿Alguna vez has puesto a alguien antes que Dios?
2. ¿Alguna vez has puesto a algo antes que Dios?
3. ¿Alguna vez has usado el nombre de Dios en vano diciendo “¡Dios….!” o “Jesucristo” en ira?
4. ¿Te tomas un día de la semana para descansar y reflexionar en Dios?
5. ¿Siempre has honrado los deseos de tus padres con una buena actitud?
6. ¿Has asesinado a alguien? Antes de que respondas eso, recuerda que la Biblia dice que si odias a alguien has roto el espíritu de este mandamiento (1 Juan 3:15).
7. ¿Has pecado sexualmente con un miembro del sexo opuesto o del mismo sexo? Recuerda que la Biblia dice en Mateo 5:18 que si hemos deseado a alguien en tu mente, hemos roto este mandamiento a los ojos de Dios.
8. ¿Alguna vez has robado algo? ¿Qué hay del tiempo de tu empleador al surfear por internet en el tiempo de la compañía? ¿Qué hay de quitar la atención durante clases o cogerte la gloria por los logros de otros?
9. ¿Alguna vez le has mentido a alguien incluyendo exageraciones o las famosas “mentiras blancas”?
10. ¿Alguna vez has deseado lo que otros tienen? ¿Su apariencia, carro, dinero, novio, novia?

Luego de arrepentirnos, debemos velar por no volver a caer y dejar que se produzca en nosotros el fruto del Espíritu. De esta forma llegaremos a ser verdaderamente una carta escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.


En la lectura también podemos notar que somos servidores capacitados. Esto significa que somos capaces de realizar la función que nuestro Señor nos indique. Pero, ¿Qué debemos hacer para ser un servidor capacitado?

1- Decidirnos: Así como Josué decidió a quien servir y lo demostró al decirle al pueblo de Israel “Yo y mi casa serviremos a Jehová”, así debemos nosotros decidir a quién o a qué servir, si al único y verdadero Dios, o a alguna otra cosa.
2- Capacitarnos: El Señor mismo ya nos dio dones y talentos para poner a Su servicio. Sólo tenemos que identificar cuáles son y perfeccionarlos para Su gloria.


Ser un ministro capaz del Señor puede hacer que pensemos que el trabajo que tenemos por delante es muy grande para nosotros, pero siempre recuerda Su palabra “Mi presencia irá contigo y te daré descanso” (Éxodo 33:14).

Fuente:http://puertaabiertaonline.org/multimedia/cultos-juveniles/121-sabado-05-noviembre-2011.html

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Una vida de obediencia por C. Stanley

Dios sabe lo que somos realmente: pecadores por naturaleza y por costumbre. Antes de ser salvos, vivíamos en rebeldía contra su autoridad, siguiendo nuestro propio camino. Pero Él nos amó tanto, que envió a su Hijo a sacrificar su vida en pago de la deuda de pecado que teníamos (Jn 3.16).


El amor de Dios por nosotros es lo que nos motiva a obedecerlo en todo.
Cristo es nuestro ejemplo de obediencia. Él se retiraba habitualmente de las multitudes para pasar tiempo en oración y descubrir la voluntad de Dios. Buscaba complacer al Padre en todo lo que hacía, y quería que el mundo reconociera que mediante la obediencia se demuestra el amor (Jn 14.31).


La Biblia ofrece ejemplos de este principio.

David no tuvo una vida perfecta, pero Dios sabía que el rey estaba consagrado de todo corazón a Él (1 R 15.5). David declaró: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón" (Sal 40.8). Y el apóstol Pablo tenía a Cristo como su solo objetivo (Fil 3.13, 14). Aunque, antes de su conversión, había perseguido a los judíos cristianos (1 Co 15.9).


Estos dos hombres experimentaron el amor perdonador de Dios, que los motivó a buscar activamente su voluntad. Nuestro Padre celestial sabe que ninguno de nosotros puede tener una vida perfecta, y por eso quiere que sus hijos dejen que el Espíritu Santo les ayude a obedecer.


Una vida de obediencia requiere una mente centrada en el Señor y su plan, un corazón comprometido a obedecerle, y una voluntad rendida a su autoridad. Consiste en negarse a sí mismo, resistir la tentación, y preferir su camino diariamente. ¿Qué tan fuerte es el deseo suyo de hacer la voluntad de Dios?

lunes, 7 de noviembre de 2011

El Piloto

En un avión con destino a Nueva York un niño entró buscando su asiento y se sentó. El niño era muy educado. Y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia.

El avión dió una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.

¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dijo:
-Mi padre es el piloto.


¿Sorprendido?
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de dónde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto.

A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!


Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.

Hechos 18:9-10 Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles: Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal.

Salmos 9:9 Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.

Salmos 18:2 Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

Salmos 32:7
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.

Fuente: www.renuevodeplenitud.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

El hombre de la puerta por Dante Gebel

Hechos 3:1-10 (Curación de un cojo)

La unción es dinámica, está viva, es práctica, utilitaria y se puede llevar de lunes a viernes a donde vayamos, no está limitada a la iglesia y a sus servicios de sábados y domingos.
Tendemos a compararnos con ministros y a ver como Dios usa a otros… esto nos lleva a frustrarnos, cayendo en el error de querer y anhelar lo que tienen otros. Pero Dios siempre conoce nuestro corazón.

Si existieran las máquinas del tiempo, retroceder serviría para decirle al antiguo “yo” que todo saldrá bien. Si te sientes fuera de lugar, apartado, frustrado, atado o bipolar…tranquilo, todo saldrá bien!.

Cuando la biblia hace referencia a un “cojo” alude a una persona que no está paralítico pero que tiene los tobillos quebrados. Es aquel que pareciera estar bien, pero no lo está. De la misma manera, en ocasiones nos sentimos “cojos”, con un área que no nos deja ser feliz, que no nos permite avanzar, un mal hábito (pornografía, malos pensamientos, relaciones prematrimoniales, mentira, celos…) que nos detiene, dejándonos inestables y vulnerables.

Pero Dios se glorifica en medio de nuestras debilidades y fracasos. Son pruebas necesarias para fortalecer esas áreas de nuestra vida que necesitan ser reparadas y que nos permitirán rendirnos ante Dios y buscar su rostro con un mayor anhelo aun en medio de la crisis.

El cojo vivía en la puerta. La puerta simboliza ese sitio de observación, de transición, no es un lugar para vivir, molesta al que quiere entrar o salir y personaliza a aquel que sabe mucho de lo que pasa dentro pero también de lo que pasa fuera, sabe demasiado como para considerarse un inconverso pero no lo suficiente como para ser santo, parece pero no es… permitiendo que sus áreas cojas lo lleven a la puerta. Dios nos llama a ser fríos o calientes, pero no tibios, no personas de puerta.

Lo que necesitamos para salir de la puerta es fe, semejante a la que tenía Pedro cuando caminó por encima de las aguas y adoración, como la que Juan experimentaba cuando se recostaba sobre el pecho de Jesús.

Es la fe de que Dios está interesado en nosotros, en que emprendamos, avancemos y soñemos junto a la adoración que no nos permitirá jamás perder la comunión con EL.

Fuente: sinopsis de “El hombre de la puerta” (Pastor Dante Gebel)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Maravillas

El famoso Luis Pasteur estaba cierta mañana con sus manos puestas sobre su mesa de estudio, con sus dedos juntos, en forma de pantalla y su cabeza inclinada a pocos centímetros de la mesa; hasta que por fin levantó su cabeza, y separando las manos, apareció un pequeño microscopio.

Un estudiante que había estado observándole, tan quieto, durante largo rato, dijo:


-Pensaba, doctor Pasteur, que estaba usted orando.
-Así es -replicó el científico levantando su microscopio. Estaba diciéndole a Dios cosas muy lindas, aunque no tanto como las que Él estaba diciéndome a mí por medio de sus obras.


Evitemos en el día de hoy que nuestras ocupaciones y diario agitar mantengan nuestros ojos y nuestros corazones cerrados, tomemos un minuto para disfrutar y agradecer los maravillosos regalos que Dios nos da en todo momento a través de su creación.


Job 9:10
El que hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número.


Salmos 139:14
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce bien.


Apocalipsis 15:3
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.

Salmos 135:6-7
Todo lo que quiso Dios, ha hecho En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. El hace subir las nubes del cabo de la tierra; El hizo los relámpagos para la lluvia; El saca los vientos de sus tesoros.

Fuente: www.renuevodeplenitud.com

viernes, 28 de octubre de 2011

Anuncio Comercial

El texto es de un comercial creado por Washington Olivetto que fue exhibido en los cines recientemente. En el film la pantalla queda toda blanca y la narración dice lo siguiente:

"Este comercial… No tiene una mujer en biquini, no tiene cachorros, no tiene niños, no tiene un bebito, Este comercial no tiene una pareja, no tiene beso, no tiene una familia tomando el café de la mañana. Este comercial no tiene música pegajosa, no tiene efectos especiales, no tiene una tortuga jugando con una pelota. Este comercial no tiene gente famosa, ni modelos publicitarios.
Porque este comercial es para vender un producto… que todos quieren comprar ! sin que nadie los convenza. Que usted adora consumir… y tal vez hasta ya lo haya comprado…sólo que no se lo han entregando.


Es un producto que no tiene marca, no tiene slogan, no tiene envoltorio, ni hace promoción del tipo “lleve 3 y pague 2”.
Este comercial es todo blanco. Y de esta manera… puede ser entendido aquí y en el mundo entero. Además, sería muy bueno si este comercial…se pudiera pasar en el mundo entero.
Porque el producto que este comercial quiere vender es… ¡PAZ!
Y mientras las personas que necesitan comprar la PAZ no la compren, Usted puede…
Tomar un poco de la PAZ que todavía tiene en casa… y usarla en el tránsito, en la fila del banco, en el ascensor o… cuando mira un partido de fútbol.
¡La PAZ es un producto interesante! Porque cuanto usted más la usa… ¡Más PAZ tiene!
Y si todo el mundo la usara… tal vez llegaría el día… en que nadie más… Tendría que hacer un comercial… ¡Para vender la PAZ!"


Juan 14:27
“La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”


Salmos 34:14
“Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.”


Salmos 37:11
“Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.”

Salmos 119:165
“Mucha paz tienen los que aman tu ley; Y no hay para ellos tropiezo.”


Proverbios 3:1
“Hijo mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos porque largura de días, y años de vida y paz te aumentarán.”


Fuente: www.renuevodeplenitud.com

miércoles, 26 de octubre de 2011

El Campesino

En alguna parte había un campesino que tenía una inmensa extensión de terreno. Vivía de lo que este le producía. Los ciclos de la agricultura a veces dan y otras quitan. El campesino de nuestra historia tuvo muchos problemas para subsistir. Desilusionado, pensó en vender sus terrenos e irse a la ciudad.

Un pariente que había tenido la oportunidad de trabajar en el campo petrolero le sugirió que esperara pues el tenía el presentimiento de que en esa tierra había petróleo, porque era muy similar a lo que el había conocido. Llevó a los técnicos, quienes empezaron a indagar y para sorpresa del campesino, pocos días después habían hallado una gigantesca mina petrolera que lo hizo muy rico.

La pregunta es: ¿El campesino se hizo rico de la noche a la mañana? o ¿el campesino ya era rico y el no lo sabía?.

Estoy seguro que respondiste “El campesino ya era rico y no lo sabía”. Es cierto. Es lo mismo que te pasa a ti o me pasa a mi; somos propietarios de una enorme mina: la vida que Dios nos regaló, los dones con que nos bendijo para ser bendición. ¿Acaso vas a dejar semejante riqueza enterrada?.

Proverbios 22:4
“Riquezas, y honra, y vida, Son la remuneración de la humildad y del temor de Dios”

Proverbios 13:7
“Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada: Y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas.”

Proverbios 3:16
“Largura de días está en su mano derecha; En su izquierda riquezas y honra.”


Fuente: www.renuevodeplenitud.com

lunes, 24 de octubre de 2011

Dio su Vida

Al final de la primera guerra Mundial, un destacamento de soldados ingleses esperaba entrar en un pequeño pueblo cerca del Rhin (Francia) cuando repentinamente un soldado salió corriendo de un edificio gritando: “¡Alerta!”, Instantáneamente una descarga de rifles le dejaron muerto en el suelo.


Pero la advertencia salvó a la compañía de una emboscada. El destacamento luchó haciendo retirar al enemigo y pronto se supo la historia del que les había salvado.

Era un soldado de la guardia real irlandesa, prisionero de los alemanes quien conociendo los planes del enemigo esperó el momento oportuno y sacrificó su propia vida para salvar la de muchos compatriotas. Reconocidos y conmovidos los ingleses le dieron una buena sepultura, poniendo sobre ella una cruz con este texto: “A otros salvó, a sí mismo no se pudo salvar”.


Estas fueron precisamente las palabras que los judíos lanzaron contra Cristo cuando estaba pendiente de la cruz. No pudo salvar a otros y a sí mismo a la vez, y prefirió sacrificarse él en favor de otros, incluso de aquellos que le crucificaron.


Juan 3.16
"De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en El cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna”.


Romanos 5:8
“Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores,. Cristo murió por nosotros.”


Juan 3:17
"Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo, mas para que el mundo sea salvo por él".


Fuente: www.renuevodeplenitud.com

viernes, 21 de octubre de 2011

Libertad para Tu Vida Secreta (Parte 2 de 2)

Romanos 3:10-18 "No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos".

Eso no parece un panorama de “lo tengo todo resuelto”, ¿verdad? Estamos bajo el poder del pecado y por lo tanto la realidad es un drama disfuncional que podría llamarse La vida secreta de…Todos.


Esto es lo que el apóstol Pablo describe en su carta a los Romanos acerca de su vida secreta:


"Sabemos en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido al pecado. No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero sino lo que aborrezco. Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena; pero en este caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en mi. Yo sé que en mi, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.
Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Porque en lo más íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente y me tienen cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?
¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado"
Romanos 7:14-18; 21-28


Algunas personas piensan que escribir sus secretos o publicarlos anónimamente les ayudará a aliviar el peso de la culpa, pero esa no es la respuesta.
Otros creen que compartir la cruda realidad de nuestras vidas con nuestros amigos nos liberará de nuestros seres escondidos, pero esa no es la cura.
Pero permíteme decirte un pequeño secreto acerca de los secretos (en una voz baja, el autor susurra…) “Los secretos son solamente poderosos cuando se mantienen secretos. Pero si abres la puerta del miedo que los atrapa en tu alma y los traes a los pies de la cruz de Jesucristo, encontrarás que desaparecerán como pequeñas gotas de lluvia en el océano de la misericordia de Dios y su gracia.”


Jesucristo vivió la vida que nosotros debemos vivir…sin secretos, sin vergüenza escondida, sin mentiras encerradas. Jesucristo murió la muerte que nosotros debimos haber muerto…El pagó el precio, El sacrificó, El declaró “Pagué por completo”
¡Y luego El salió de Su propia tumba para ofrecernos una nueva vida y libertad de nuestras vidas secretas!


Así que si estás luchando hoy con la culpa o el miedo, recuerda que no hay sorpresas o secretos con nuestro Salvador. El ya sabe más de tí de lo que te conoces a ti mismo y El simplemente está esperando que vengas en fe y pidas perdón. En ese momento, El toma nuestros pecados pasados y los entierra en las profundidades del océano y nunca más los recuerda. Tus amigos están atrapados, tú tienes la llave, vive por la causa de Cristo, comparte las buenas nuevas y libéralos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Libertad para Tu Vida Secreta (Parte 1 de 2)

“Fui al Campamento de Verano y perdí mi virginidad….” Es lo que Amy Juergens del programa “The Secret Life of an American Teenager (La vida secreta de un adolescente Americano) puede que haya mandado por correo en su tarjeta hecha a mano a la página postsecret.com.


Pero claro, Amy Juergens es un personaje ficticio de un conjurado Canal ABC “Family”. Esta es su 4ta temporada, La Vida Secreta (así se le dice en versión corta) es la crónica de las vidas de unos adolescentes que parecen por fuera tener todo resuelto en su vida, cuando en realidad sus vidas “no públicas” son una caja de Pandora llena de avaricia, ira, celos y en resumen un drama malvado que simplemente nos encanta consumir como valor de entretenimiento.


Pero si abriera la tapa y tuviera un destello de quién eres tú cuando nadie está viendo, ¿encontraría la misma caldera hirviendo de los secretos que están en ebullición por el resto de tu vida? Supongo que sí, lo encontraría. Y quizás es por eso que programas como La Vida Secreta son tan populares. Nos identificamos con los personajes para sentirnos más normales acerca de las cosas que nos aterra revelar. Es una forma de relacionarnos o quizás una técnica de supervivencia que temporalmente ensordece los oídos de nuestras almas al megáfono acusador de nuestra culpa y errores pasados.


Aun así, cuando el programa se ha terminado, los secretos permanecen. Y ellos gatean en los recesos de nuestras mentes como ratas de una alcantarilla para recordarnos que estamos sin esperanza, desesperados y muchas veces camino a ser horribles.


¿Y sabes qué? Estoy de acuerdo! Eres horrible…...y yo también... y así es cada persona que alguna vez haya vivido o vivirá. Es por esto que la Biblia describe a toda la humanidad en estos términos específicos: Romanos 3:10-18

(Continuará...)

viernes, 14 de octubre de 2011

La Decisión

1º Reyes 18.20 – 21 “Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los profetas en el monte Carmelo. Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo: --¿Hasta cuándo vacilaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.”

Cuando Elías confrontó al pueblo de Israel en el Monte Carmelo, los israelitas ya venían haciendo las cosas mal adorando a otros dioses de la tierra. Antes de desafiar a los profetas de Baal, el profeta Elías enfrentó al pueblo de Dios con palabras que hoy nos pueden hacer pensar a nosotros.

La palabra clave es: VACILAR. Los israelitas estaban vacilando, titubeando, oscilando, en cuanto a que no tenían un rumbo definido. No estaban comprometidos con único Dios verdadero. Habían perdido la identidad del Pueblo de Dios.

Esto me hace acordar a una de las peores situaciones y de las más infelices que podemos vivir, la de un hijo de Dios indeciso.

No se juega ni por una cosa ni por la otra. Sabiendo que ser discípulo de JESUS es la mejor decisión, elije volver hacia atrás, hacia aquellas cosas que ya había vencido gracias a la relación con el más Grande. Entonces no disfruta de la vida cristiana, de congregarse, de orar, de confiar en Dios, porque su corazón está embarrado con la indecisión y las preocupaciones que son propias de los que no andan caminando cerca de Jesús.

Elías nos invita a jugarnos por Dios y a dejar atrás aquellas cosas que alguna vez ocuparon el lugar de Dios en nuestros corazones. La vacilación nos paraliza y nos llena de dudas.
¿Te estás jugando 100% por Dios, o lo estás reemplazando con otros dioses que ocupan el primer lugar en tu vida?


Fuente: especialidadesjuveniles.com

miércoles, 12 de octubre de 2011

Lo mucho que cuesta mantenerse alejado del pecado por Gabriela Santa Marta



Lo sé, lo sé, claro que lo sé!

Por eso no entiendo nada. De repente encuentro a mi hermana pequeña rebotándome los consejos que yo con mi “gran sabiduría” en algún momento le di:
“Gaby, controla tus pensamientos, mira que todo lo puedes en Cristo. Acuérdate que Dios te ayuda en medio de la prueba”. ¡Claro que lo sé! Sé exactamente que es lo que tengo que hacer. Lo sé tanto que puedo escribir varios libros sobre el tema y más de uno saldría exhortado.

Entonces ¿Qué me pasa? ¿Por qué no lo hago? Este reclamo suena en mi cabeza más de lo que me gustaría. Y puedo llegar a la conclusión de que algo anda mal, pero de repente me encuentro al gran apóstol Pablo en las mismas. (Suspiro)

No me puedo imaginar al apóstol Pablo metiendo la pata una y otra vez, pero así fue:

“Pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” Romanos 7:21-25 (NVI)

Y es que al final, todos somos humanos pecadores y sólo a través de Jesucristo encontramos la salida. Y esta frase se convirtió en favorita: Entre más me acerco a El, más me parezco a El, por lo tanto, más me alejo del pecado.

En este proceso algunos vamos muy poquito a poco, pero ya lo dice el refrán: “A camino largo, paso corto”

Fuente: especialidadesjuveniles.com

lunes, 10 de octubre de 2011

Cuando se apagan las Luces por Andrés Corrales

(Éxodo 13:21-22) "Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego".

Cuando era niño no recuerdo nunca haber tenido temor al apagarse las luces al llegar la hora de dormir, y eso que no era precisamente el chico más valiente. Eso sí, un detalle que no puedo dejar de contar es que hasta casi los cinco años dormí con mis padres.

Éramos una familia numerosa en una casa pequeña y eso complicaba el tema que cada uno tuviera su propia habitación, así que en el poco espacio del cuarto de mis padres dormíamos uno de mis hermanos y yo, nos acomodábamos en unas colchonetas al lado de su cama y allí dormíamos.

Yo soy el menor de todos, siempre fui bastante cuidado especialmente por mi madre quien para ella yo era algo más que sus ojos, quizás porque cuando nací casi ambos morimos.

Así que cuando las luces se apagaban yo saltaba y me metía en medio de mis padres, acomodándome entre las frazadas, sentía el calor que sólo tus padres te pueden dar, tal vez no éramos la familia con más comodidades pero yo era un niño feliz al llegar la noche.

Años más tarde me doy cuenta de que las situaciones no siempre caminan bajo la feliz luz de la tranquilidad y que al contrario en muchos pasajes de mi vida he sentido que las luces alguien las apaga. Cuando trato de ver hacia donde seguir, no lo consigo. Veo que ciertos pilares que me producen seguridad se pierden entre las nieblas de lo oscuro, como cuando caigo en la dura y expuesta realidad que no todo está bajo mi control.


No sólo no puedes ver sino que tus sentidos se distorsionan, como si a la brújula de tu vida las mareas de las situaciones la han enloquecido, por instantes lo único que deseas es correr como lo hacen los adolescentes para abrazar su almohada y llorar con ella como si esta les entendiera.

Recordando mi infancia, ahora sé que no era tan valiente, sino que la diferencia la hacía el saltar a la cama de mis padres en cuanto las luces se apagaban, en eso consistía mi valor. No todo es aterrador al apagarse las luces en tu vida, si es que sabes hacia dónde ir. Las sombras no te son tan altas cuando puedes experimentar los brazos de tu Padre.

La maravillosa Gracia de Dios puede contenerte como lo hace una gallina con sus polluelos, cubriéndote con sus alas para que el terror nocturno ni siquiera te roce. Su amor es tan brillante que cuando pienses que no sabes en donde estas, del mismo desierto nocturno el traerá una columna de fuego para calentarte y sabrás donde te encuentras.

Si vas a saltar hacia alguna parte que sea hacia el regazo de Dios, pues este, es el mejor lugar donde podrás estar.

Fuente: http://www.especialidadesjuveniles.com