El conductor le dio el cambio y él se dirigió a la parte trasera del vehículo. Echando un vistazo al cambio antes de guardarlo en su bolsillo, el hombre observó que el conductor le había dado diez centavos de más. Su primer pensamiento fue: La compañía de autobuses no se dará cuenta jamás de la pérdida de diez centavos.
Sin embargo, cambió de opinión rápidamente, sintiendo en su conciencia que los diez centavos no le pertenecían y que los debía devolver al conductor. Regresó al frente y le dijo al conductor: ” Usted me dio cambio de más”, y le devolvió los diez centavos.
Para su sorpresa, el conductor le contestó: “Sí, lo sé. Lo hice a propósito. Escuché su sermón ayer y lo estaba observando por el espejo mientras contaba su vuelto”.
El joven predicador había pasado la prueba a la cual fue sometido por el conductor… y dio un firme testimonio de su fe.
¡Que todos nuestros actos concuerden así con nuestras palabras!
Mas vale el buen nombre que las muchas riquezas.
Proverbios 22:1
Wow!
ResponderEliminarRealmente nuestro testimonio habla mas fuerte que nuestras palabras.
El mundo ha perdido sus valores y nunca "hace lo que dice"... Pero sin duda, la mejor forma de impactarlos es con nuestro ejemplo.
Porque ser CRISTIANO no es una religion, es un ESTILO de VIDA.
Muy chulo!!!! arriba los que mantienen su testimonio hasta en los momentos mas dificiles o tentadores.
ResponderEliminarDTB
que fuerte!!!!!!! a veces la gente nos pone a prueba para saber si realmente lo que predicamos, lo vivimos. Este mes que estamos tratando de la sabiduria. Vamos a pedirle al Señor que nos de un chin para poder vencer cada dia.
ResponderEliminarWao, Gracias Dios, por convertirnos en Modelos de vidas transformadas!!! Ayudanos a no fallarte!! Queremos ser Luz y Sal de la tierra!!
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