miércoles, 9 de junio de 2010

Sirvámosle con lo mejor de nuestro ser...


"..Y la casa que se ha de edificar al Señor ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras. 1 Crónicas 22:5b

Cuando el Rey David era ya casi anciano propuso en su corazón edificar un templo para la gloria de Dios. Dios no le permitió hacerlo, pero le prometió: "Tu hijo Salomón me edificará el templo".

Lo que sobresale en este versículo es que David no quería hacer las cosas para su Dios a medias. Decidió hacer un templo que debía ser magnífico por excelencia, para renombre, o sea para fama y honra en toda la tierra.

Ese templo iba ser el reflejo de su Dios, por lo tanto David preparó las mejores cosas y proveyó en abundancia las cosas necesarias para construir el templo.

Cuántas veces se nos brinda la oportunidad de hacer algo para la gloria de Dios, qué importante y beneficioso como testimonio de la obra de Dios en nuestras vidas sería entonces imitar a David, saber que lo que hacemos para Dios tiene que ser hecho "magnífico por excelencia", o sea, lo mejor que podemos dentro de nuestras posibilidades.

Por pequeña que sea la tarea que nos corresponda, por insignificante que nos parezca comparada con la obra gigantesca realizada por Salomón, o con los preparativos de David su padre, lo nuestro, a veces, puede ser muy pequeño. Pero aun en las pequeñas cosas se puede ver la grandeza del que lo hace cuando pone lo mejor de sí.

Usted y yo somos llamados a dar testimonio de un Dios Maravilloso, somos llamados a servir un Dios grande y magnífico, somos llamados a confiar en un Dios todopoderoso, somos llamados a proclamar Su bondad y Su amor, Su grandeza y misericordia.

Hagámoslo reconociendo que nuestro Dios es un Dios grande, y sirvámosle con lo mejor de nuestro ser.

1 comentario:

  1. Wao, es como si viera mi corazón retratado en esta meditación, no en vano definimos en nuestra Pagina Web que uno de nuestros valores como iglesia es la Excelencia, damos todo con excelencia a un Dios magnifico y excelente...David realmente se las trae, no dejo de pensar aquella ocasión en que se dirigió a la Era de Arauna (Donde posteriormente se levanto el templo de Salomon) y al intentar el dueño de esa tierra regalarsela a David para que cumpliera su proposito (Recordemos que había que estar frio con el Rey, y David era el Rey) Este le contesto, No ofreceré a Jehova nada que no me cueste, estoy dispuesto a pagar el precio Justo.....Paguemos el precio, Sacrifiquemos a Dios lo mejor de Nosotros, el merece toda la Gloria, La honra y el Honor por los siglos de los siglos...

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