lunes, 30 de mayo de 2011

Dejando Lo que Es Viejo Hacia Atrás

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Coríntios 5:17).

Cierto chino convertido, visitando América, se quedó profundamente impresionado con la superficialidad de muchos que se decían cristianos.

En una ocasión, con mucha firmeza, él dijo: “En mi país, cuando alguien se convierte, deja el mundo y todo qué en él existe, viene a Cristo completamente hueco, para volverse, verdaderamente, Su discípulo.”

¿Cómo ha sido nuestra vida después de abrir el corazón para Cristo? ¿Hubo cambio? ¿Pasamos a valorar las cosas espirituales o continuamos viviendo y practicando las obras de la carne? ¿Hemos buscado glorificar al Señor o persistimos en la vieja conducta, mundana, sin principios, engañadora y que se avergüenza del nombre de Jesús?

Cuando nos presentamos como cristianos pero en nada nos asemejamos a Cristo, engañamos a algunos y principalmente a nosotros mismos. Jamás engañaremos al Señor que nos escruta y ve todo lo que hacemos. Es necesario que lo demostremos produciendo frutos que glorifiquen al Señor Jesús. La Palabra de Dios nos dice que “por los frutos conocemos el árbol”. Una vida somera, indiferente, sin frutos, en vez de servir de bendición, probablemente servirá de piedra de tropiezo para aquéllos que aún están caminando en dirección al Salvador.

El cristiano transformado tiene placer en hablar de Cristo, en imitar a su Señor, en buscar los perdidos para que experimenten la misma alegría que él pasó a tener en el día en que sobrepasó la línea que lo despegaba de la presencia maravillosa de Jesús.
¿Sus amigos saben que usted ahora pertenece a Cristo o aún no percibieron el cambio?

Fuente: http://www.alientodiario.com

viernes, 27 de mayo de 2011

En ciencia, los errores siempre anteceden a la verdad


La persona común y corriente comete un error y automáticamente piensa que es un fracaso.

Pero algunas de las grandes historias de éxitos pueden encontrarse en los beneficios inesperados de los errores. Por ejemplo, muchos están familiarizados con la historia de Edison y el fonógrafo. Él lo descubrió mientras trataba de inventar algo completamente diferente.

¿Pero sabía usted que las hojuelas de maíz (Corn Flakes de Kellogg) fue el resultado de que a alguien se le quedó una olla con maíz hirviendo toda la noche?
¿O que el jabón Ivory flota porque una cantidad de él se dejó en la mezcla por demasiado tiempo lo que significó que absorbió un volumen de aire fuera de lo común?
¿O que las toallas de papel Scott nacieron cuando una máquina de papel higiénico puso demasiadas hojas de papel juntas?

Horace Walpole dijo que «en ciencia, los errores siempre anteceden a la verdad». Esto es lo que le ocurrió al químico suizo-alemán Christian Friedrich Schönbein un día que estaba trabajando en la cocina, lo que su esposa le tenía estrictamente prohibido, y estaba experimentando con ácido sulfúrico y ácido nítrico, de pronto derramó algo de la mezcla sobre la mesa de la cocina. Se había metido en un problema porque sabía que cuando su esposa viera aquello, experimentaría alguna forma de «adversidad». Rápidamente cogió un delantal de algodón, limpió el líquido y colgó el delantal cerca del fuego para que se secara. De repente se produjo una violenta explosión. Evidentemente, la celulosa en el algodón experimentó un proceso llamado nitratación. Sin querer, Schönbein había inventado la nitrocelulosa a la que se llegó a conocer como pólvora sin humo. Al comercializar su invento, este le produjo muy buena ganancia.

Ohhh a Vida…La Vida. Está llena de sorpresas. Donde menos uno piensa se puede encontrar la mina de oro. Especialmente cuando estamos alertas aún a las adversidades de la vida y a aquellas cosas que uno cree que son simplemente accidentes.

Dios ha dotado al hombre de una capacidad increible para crear, pero el pecado nos ha hecho creer que somos un error.

Alégrate amigo, amiga. Aunque tu vida esté llena de sombras, en esas sombras podrás ponerte a llorar y a revelar el negativo de tu vida en lindas fotografías.

Les estoy pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El. Efesios 1:17.
Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos. Efesios 1:18



Fuente: alientodiario.com

miércoles, 25 de mayo de 2011

Preparados para cualquier crisis por David Wilkerson

Cuando le golpea una crisis, usted no tiene tiempo para edificarse en oración y fe. Pero los que han estado con Jesús, están siempre listos.

Una pareja escribió recientemente a nuestro ministerio en un espíritu que revelaba que habían estado con Jesús. Su hija de 24 años había salido con una amiga, un hombre malo las secuestró y luego asesinó a la hija de la pareja de una manera espantosa.

Esta pareja estaba devastada. Sus amigos y vecinos se preguntaban, “¿cómo pueden unos padres sobrevivir a esta clase de tragedia?” Pero, en menos de una hora, el Espíritu Santo vino trayendo consuelo sobrenatural a esta pareja abatida. Por supuesto, en los dolorosos días siguientes, estos padres continuaban preguntándole a Dios por qué. Pero, continuaban experimentando un descanso y una paz divinos.

Todos los que les conocían estaban atónitos al ver su calma, pero la pareja estaba preparada para su momento de crisis. Ellos sabían que Dios nunca permitiría que nada les pasara sin tener un propósito determinado. Y cuando la noticia vino, ellos no se derrumbaron.

De hecho, estos padres y sus otros hijos comenzaron a orar por el asesino. Las personas del pueblo no podían aceptar esto. Pero la pareja devota habló y enseñó acerca de la habilidad de Dios para proveer fortaleza sin importar lo que se enfrente. La gente del pueblo reconoció que la fortaleza de esta familia venía sólo de Jesús. Pronto comenzaron a decir de ellos: “Son un milagro. Verdaderamente son personas de Jesús.”

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza” (Salmo 46:1-3).



Fuente: elitededios.net

lunes, 23 de mayo de 2011

Reservas Ocultas en el Avión

Una noche de 1968 el piloto de un avión de pasajeros con destino a Nueva York se dio cuenta de que el tren de aterrizaje de su jet estaba trabado. Al acercarse cada vez más a su destino, continuaba luchando con los controles tratando de que las ruedas cayeran en su lugar, pero sin éxito.


Dando vueltas alrededor del aeropuerto, pidió instrucciones a la torre de control. El personal de tierra, respondiendo a la inminente crisis, roció la pista con espuma y los vehículos de emergencia se colocaron en posición. Le dieron instrucciones al piloto de que aterrizara lo mejor que pudiera.Les pidieron a los pasajeros que se prepararan para lo peor y se colocaran en posición de descenso.


Momentos antes del aterrizaje el piloto anunció por el intercomunicador: «Estamos comenzando nuestro descenso final. De acuerdo con los códigos internacionales de aviación establecidos en Ginebra, es mi obligación informarles que si creen en Dios, deben comenzar a orar». Entonces el avión hizo un aterrizaje de barriga y milagrosamente se detuvo sin causar daños a los pasajeros.


Si aquel piloto no se hubiera encontrado en una crisis ese día, sus pasajeros nunca hubieran sabido que en aquel avión había reservas ocultas para la oración. Pero, ¿no ocurre lo mismo con la mayoría de las personas? Mientras todo va bien, rara vez piensan en hablar con Dios. Mas cuando el asunto es de vida o muerte, se vuelven a Él para pedir ayuda.


Esa manera de pensar se puede esperar de los incrédulos. Muchos tienen una «mentalidad de llanta desinflada». Al cruzar por la carretera de la vida, si el auto anda bien, todo va de manera estupenda. Pero cuando la llanta se descompone, se vuelven a Dios.


Por qué tenemos que esperar que las cosas se compliquen para orar? Hay una belleza en la vida cuando la oración fluye en todo tiempo. Con rostro resplandeciente podemos orar en momentos de crisis, cuando en tiempos soleados aún hemos orado.


Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti. 1 Reyes 8:28
Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y perdona.
1 Reyes 8:30
Tú oirás en los cielos su oración y su súplica, y les harás justicia.
1 Reyes 8:45


Fuente: alientodiario.com

viernes, 20 de mayo de 2011

Tal como está


Hay ciertas tiendas donde existe una sección de mercancías disponibles a precios muy reducidos. La advertencia que recibe el cliente es una etiqueta especial que se ve en todos los artículos que se encuentran en esa sección. Todas las etiquetas llevan las mismas palabras: Tal como está.

Es una forma eufemística de decir: ”Estos artículos están dañados”.

Algunas veces los llaman ligeramente irregulares. La tienda le está haciendo una advertencia razonable: “Este es el departamento donde están las cosas que tienen una falla. Aquí va a encontrar defectos: una mancha que no sale, una cremallera que no funciona, un botón que no cierra…algún problema habrá, estos artículos no son normales”.

No le vamos a decir dónde está el defecto. Usted va a tener que buscarlo. Pero sí sabemos que existe. Así que cuando lo encuentre- y lo va a encontrar- no acuda a nosotros lloriqueando ni quejándose. Porque cuando se trata de la mercancía que está en este rincón de la tienda, hay una regla fundamental: NO hay devoluciones. NO se cambia, NO se regresa el dinero. Si está buscando perfección se metió en el lugar equivocado. Fuimos justos y se lo advertimos. Si quiere este artículo sólo hay una forma de obtenerlo. Usted debe llevárselo Tal como está.

Cuando se trata de la raza humana, somos el departamento de los Tal como está del universo.

¿Cuántas veces nos desesperamos porque tenemos que convivir, trabajar, funcionar u operar al lado de alguien que no podemos tolerar porque tiene muchos defectos que nos desesperan?…Sí, él o ella tienen una etiqueta… Tal como está… Pero si me miro al espejo, descubriré que yo también tengo la misma etiqueta.

Por eso necesitamos al Señor… Porque sólo él nos puede ayudar a entender este departamento y gracias a Dios que él nos ha aceptado... Tal como estamos.


Efesios 1:6 Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
Romanos 2:1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.


Fuente: alientodiario.com 

miércoles, 18 de mayo de 2011

La pizarra de la rana

Cuando yo era muchacho, uno de mis pasatiempos favoritos era perseguir ranas junto a los bancos de una laguna que había cerca de mi casa.

Yo no sabía de sus singulares poderes visuales, los cuales les permitirían eludirme muy fácilmente.


Más tarde me enteré de que el campo óptico de la rana es como una pizarra limpia, y que las únicas imágenes que recibe son objetos que le preocupan directamente.


Estos pequeños anfibios nunca se distraen con cosas que no son importantes, sino que son conscientes sólo de las cosas esenciales y de lo que pueda ser peligroso para ellos.

En la vida cristiana, a menudo nos inquietamos con cosas vanas del mundo. Dejamos que nuestra vida se llene tanto de preocupaciones materialistas e insignificantes que perdemos la perspectiva de las cosas que duran.

Las palabras del Señor no deben apartarse de nuestros ojos, sino que deben mantenerse siempre en nuestro corazón. Entonces nuestro campo de visión quedará limpio de cosas innecesarias, y veremos claramente lo que Dios quiere que hagamos.

Aprendamos de la pizarra de la rana y centremos la mirada en Cristo y en su voluntad para nuestras vidas.

Proverbios 4: 20-21 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón.


Salmo 119: 37 Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos



Fuente: alientodiario.com

lunes, 16 de mayo de 2011

Creer no es lo mismo que conocer por Craig Groeschel

Una reciente encuesta de Gallup informa que el 94% de los estadounidenses afirman creer en Dios o en un espíritu universal. Sin embargo, con solo echarle un vistazo a las Escrituras y a nuestra cultura, queda en evidencia que los que conocen de veras a Dios no llegan al 94% ni mucho menos. Me refiero a conocer a Dios de una forma íntima, de verdad. Conocer a alguien personalmente no es lo mismo que creer.

Algunos conocemos a Dios por reputación, así como conocemos a alguien por lo que nos cuenta un amigo, por ejemplo. Tal vez sepamos un poco acerca de Dios… y hasta hayamos ido a la iglesia algunas veces, escuchado algunas historias bíblicas, y tengamos nuestro versículo favorito pegado con un imán a nuestro refrigerador. No obstante, esas son cosas secundarias. Otros conocemos a Dios a través de nuestros recuerdos. Hemos experimentado en verdad su gracia, su bondad y su amor en el pasado. Y algunos de nosotros conocemos a Dios íntimamente.

Justo aquí, justo ahora. Este es el tipo de conocimiento amoroso que Dios nos promete cuando lo buscamos (véase Deuteronomio 4:29; Jeremías 29:13; Mateo 7:7-8; Hechos 17:27). Cuando tenemos sed de Dios, él satisface ese deseo. Y cuando continuamos buscándolo, llegamos a conocerlo cada vez más íntimamente. Si oímos la voz de Dios, la reconocemos al instante. Hablamos con él todo el tiempo y lo echamos de menos cuando las circunstancias nos distraen de percibir su presencia. Construimos una historia juntos, acumulando una tras otra las experiencias compartidas.

Amamos a Dios. Confiamos en Dios. Conocemos a Dios.
Tal vez estás pensando: Creo en Dios. ¿No es eso suficiente? Es decir, muchas personas no creen en Dios, pero yo sí. ¿No es eso lo que él quiere de mí? Todas estas son preguntas justas. No obstante, que creamos en él no es todo lo que Dios quiere de nosotros. El libro de Santiago afirma que aun los demonios creen en Dios, sin embargo, tiemblan porque saben que desde el punto de vista relacional están separados de él (Santiago 2:19). Obviamente, el cristianismo es mucho más que solo creer en Dios.

Mientras crecía, los miembros de mi familia eran lo que llamo «cristianos culturales». Asistíamos a la iglesia en Navidad y Pascua. Ayudábamos a los vecinos en necesidades. Donábamos ropa y comida enlatada, orábamos en la cena del Día de Acción de Gracias. No obstante, básicamente eso era todo. Aunque creía en Dios, todo lo que sabía eran algunas cosas sobre él… y muy pocas, por cierto. No lo conocía. Y puesto que no conocía a Dios de la forma en que se conocen los buenos amigos o los esposos, vivía según mis propias reglas.

Mis acciones revelaban la ausencia de un conocimiento íntimo de Dios. En 1 Juan 2:3-4 se nos indica: «¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: “Lo conozco”, pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad». ¿Suena un poco duro? Prefiero pensar que es una declaración directa y honesta, pronunciada con sinceridad por alguien que en verdad se preocupa y quiere lo mejor para nosotros.

Fuimos creados para ser ejemplos vivientes del amor de Dios para un mundo que sufre.
Dios se interesa por cómo vivimos. Y una relación con él naturalmente resultará en actitudes y acciones diarias. Así que si pareces bueno, eres bueno, ¿verdad? Pues tal vez no. Conocer a Dios puede conducir a un estilo de vida positivo, pero lo inverso no siempre es cierto. Nuestras acciones visibles por sí mismas no prueban que disfrutemos de una relación interna con Dios. Solo porque hagamos el bien, eso no significa que conozcamos a aquel que es el bien. Tenemos que hacer un esfuerzo para llegar a conocer a Dios.

A Dios le interesan no solo nuestras acciones, sino nuestros corazones. Y en particular, nuestra actitud hacia él. ¿Esas buenas acciones que hacemos surgen porque lo conocemos? ¿O vivimos como si Dios solo se remitiera a observar y marcar en su lista celestial las casillas de los logros que vayamos alcanzando? ¿Obtuviste una estrella por ir a la iglesia? ¿Por ser amable? ¿Por donar dinero a una obra de caridad? Algunos intentamos ganarnos la aceptación de Dios sin conocer en verdad su corazón. Y cuando se acabe la vida, Jesús les dirá a estas personas: «No quisiste una relación conmigo. Vete» (véase Mateo 7:21-23).

Hay una gran cantidad de gente con buenas intenciones que cree en Dios, pero no lo conocen personalmente. Muchos solo representan un papel. Y muchos pensamos que somos cristianos porque... bueno... es distinto a ser budistas. Creemos en Dios, pero nuestras vidas no reflejan quién es él en realidad.



viernes, 13 de mayo de 2011

Transfórmate / Por David Padilla


LA PREGUNTA CORRECTA

Hace algunos meses fue lanzada la película Transformers, mientras la veíamos en el cine con mi esposa, vino a mi mente un pensamiento “¿por qué no somos robots?” es decir porque Dios no nos programó desde el principio como a un robot. Tú y yo no somos robots tenemos algo que nos distingue de toda la creación y es que tenemos la capacidad de decidir. Todos los días nos enfrentamos a decisiones, algunas sencillas otras complicadas, el punto es que la vida se nos presentara en forma de decisiones y el éxito depende de si estas decisiones son correctas o incorrectas.

Romanos 12:2 dice “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”.

Cada vez que nos enfrentamos a una decisión tenemos que respondernos las preguntas que surgen de acuerdo a determinada decisión, si la pregunta es correcta obtendremos la respuesta correcta y si es incorrecta obtendremos respuestas incorrectas y por lo tanto la decisión será incorrecta. Por eso Pablo nos motiva a “renovar nuestra mente” y solo puede ser renovada haciéndonos “La pregunta correcta” cada vez que tomemos una decisión.

Efesios 5:15-17 dice: “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios,16 aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.17 Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor”.

De este versículo se desprende la pregunta correcta, Pablo dice “no vivan como tontos sino como sabios” hay dos maneras de tomar decisiones como “tontos” (gente que no piensa lo que hace) y como sabios (gente que piensa lo que hace). Entonces:

Para tomar decisiones correctas debo…

HACERME LA PREGUNTA CORRECTA

Frente a las decisiones que tenemos que tomar las preguntas incorrectas más comunes son: ¿es esto bueno o malo? o ¿hasta dónde puedo llegar sin pecar? Estas preguntas sencillamente no nos llevan a tomar decisiones correctas porque son preguntas incorrectas, para tomar decisiones sabias la pregunta que tenemos que respondernos es:

¿QUÉ ES LO MAS SABIO HACER?

Si sabes responder a esta pregunta tomarás decisiones sabias en cualquier área de tu vida. Hazte esta pregunta en tres formas: con respecto a mi pasado, qué es lo más sabio hacer?; en base a mis circunstancias actuales qué es lo más sabio hacer?; y con respecto a mis sueños futuros qué es lo más sabio hacer?

Tú y yo tenemos un pasado que de una u otra forma nos ha dado experiencia para tomar decisiones, aprovecha esa experiencia.

Por ejemplo: si alguien a tenido problemas con el alcohol y después de un juego de football sus amigos van a celebrar y toman bebidas alcohólicas ¿qué es lo más sabio hacer para esta persona con respecto a su pasado? La respuesta es que no vaya con sus amigos.

La pregunta no es si es bueno o malo que vaya con ellos, para él lo más sabio es que no vaya porque su pasado le da la respuesta, también tenemos circunstancias presentes en las que en algún tiempo determinado de nuestra vida no podemos tomar algunas decisiones, por ejemplo: casarse, iniciar un negocio, etc.

Evalúa que es lo más sabio hacer con respecto a tu presente. Y por último tenemos sueños por alcanzar y un futuro, el cual depende de las decisiones que tomemos hoy. Así que hazte la pregunta correcta en estas tres áreas y empezarás a tomar mejores decisiones en tu vida cada vez mejor.


Fuente: http://www.especialidadesjuveniles.com/

miércoles, 11 de mayo de 2011

La clase de santidad que quiero tener Por Lucas Leys 2 de 2

Cuando empiezo a quedarme, a no hacer lo que Dios quiere que esté haciendo, es fácil que la tentación me encuentre ´disponible´. Eso fue lo que le pasó a David.

Vayamos algunos años más adelante, mucho después de su valiente enfrentamiento con Goliat. El capítulo 11 de 2 Samuel relata que David tenía que salir en campaña contra los enemigos del pueblo de Dios, pero se quedó.


El rey tendría que haber ido con el ejército pero se quedó muy cómodo en el palacio de Jerusalén mirando la tele. Una tarde (!) al levantarse de la cama, comenzó a pasearse por la azotea del palacio y desde allí vio a una mujer muy hermosa que se estaba bañando.


Primero la miró con un ojo, luego con dos y después le sacó una foto. Hizo que la trajeran y, aprovechándose de ser el rey y de que el esposo de la mujer no estaba, se acostó con ella. Una vergüenza para un hombre que conocía tanto de Dios.

Pero, ¿dónde había empezado todo? David no estaba donde tenía que estar. Estaba perdiendo el tiempo en el palacio en vez de estar haciendo lo que Dios quería que hiciera.

Dios quiere hijos santos. La santidad es la belleza de la cristiana y el cristiano. Por ser la santidad justamente un reflejo de la hermosura del carácter de Cristo en nuestra vida, somos santos cuando hacemos lo que Cristo hizo. Es lamentable ver cristianos que piensan que ser santo es no fumar, no tomar, no bailar ni decir malas palabras.


Esas características son una mínima expresión de lo que es la santidad. La persona santa es feliz porque está haciendo la voluntad de papá Dios, que es ´agradable y perfecta´ (Romanos 12.2). La madre Teresa de Calcuta fue santa, Martin Luther King, Martín Lutero y Hudson Taylor fueron santos, como todos aquellos que de todo corazón se entregan a hacer lo que Dios les pide y eso los hace parecerse cada vez más a Jesús.

Dios quiere algo más, no sólo que no nos metamos en problemas con los cristianos a nuestro alrededor. Él quiere un corazón obediente y una fe total. Él está más interesado en el corazón de sus hijos que en sus habilidades y conocimientos. Quiere vidas a prueba de pruebas. Quiere cristianos que mantengan el gozo y la esperanza en las dificultades; que conserven la paz y el dominio propio en medio de las tensiones. Dios quiere algo más que carisma y popularidad; él está buscando verdadera santidad. Esa que tiene que ver con la pureza de corazón y de la que podemos conversar en voz baja solo ÉL y nosotros. Santidad que tiene que ver con lo que en nuestro lugar hubiese hecho el Santo.

Yo quiero alejarme de aquellas cosas que ofenden a mi Señor. Pero también no quiero ofenderlo al no hacer lo que me pide.




Fuente: http://www.especialidadesjuveniles.com/

lunes, 9 de mayo de 2011

La clase de santidad que quiero tener Por Lucas Leys 1 de 2

A fines de los noventa, en Estados Unidos se puso de moda entre los cristianos llevar brazaletes, llaveros y ropa con la inscripción W.W.J.D que son las iniciales de las palabras en inglés de la siguiente pregunta, traducida al español: ´¿Qué haría Jesús?´

En una ocasión, me invitaron a predicar en un evento multitudinario donde el lema del encuentro era aquella sigla. Los que hablaron antes que yo se refirieron a la santidad y recomendaron a los jóvenes pensar muy bien antes de hacer algo malo y les advirtieron que hacer lo que no agrada a Dios trae consecuencias.



Los jóvenes escuchaban con las cabezas gachas y algunos lloraban. Se respiraba un clima de tensión y vergüenza. Mientras oraba con los ojos abiertos, esperando mi turno, el Señor me indicó: Hasta este momento, se ha hablado como si la pregunta fuera ´¿Qué cosas NO haría Jesús?´, en lugar de preguntar qué cosas sí hubiera hecho. Cuando me tocó hablar, leí el pasaje en Lucas donde el propio Jesús anuncia con qué misión había venido a la tierra:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar las buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor.” Lucas 4.18-19.

Acto seguido hablé de lo que Sí hizo Jesús y lo que quiere hacer hoy en la tierra a través de la nueva generación. Hablamos de transformar la sociedad, de impacto, de amor y de sacrificio. Al terminar, el entusiasmo entre los jóvenes era evidente.

Pecados de acción y pecados de omisión

Es una lástima que la iglesia haya enfatizado por tanto tiempo sólo lo que no deben hacer los cristianos, lo que llamamos pecados de acción. Poco se ha enseñado sobre los pecados de omisión, que son aquellos pecados que tienen que ver con lo que no hacemos. Si hacemos una lista de los pecados de acción, de las cosas malas que no debemos hacer, la lista es larga como papel higiénico.

Si anotamos los pecados de omisión, es decir, las cosas que deberíamos hacer y no hacemos, apenas recordamos unos cuantos: diezmar, orar, leer la Biblia, ir a la iglesia y obedecer a los padres. Estas son cosas esenciales, sin duda. Pero, ¿ahí termina lo que el cristiano debiera estar haciendo? ¿Qué haría Jesús en nuestro medio?

Estoy convencido de que hacer la obra de Cristo contribuye enormemente a nuestra santificación; cuando empiezo a hacer lo que hizo Jesús, tengo mucho menos tiempo para hacer aquellas cosas que no debería hacer y que Jesús nunca hizo.


Fuente: http://www.especialidadesjuveniles.com/




viernes, 6 de mayo de 2011

SIDA: una conciencia con inmuno deficiencia / por Lucas Leys 3 de 3



La pandemia

Hay toda una iglesia en América que ya no tiene tantos drogadictos, violadores, asesinos o adulteros transformados como sidosos espirituales que dejamos pasar la mentira, la critica, el egocentrismo, la fe a conveniencia, la misericordia interesada, la falta de hambre evangelísitco, la indiferencia social y tantas otras tibiezas que por diarias, comunes y generales no nos escandalizan ni sorprenden.
Cosas diarias que nada más nos hacen decir: "bueno yo soy así";, "todos somos pecadores", "No se puede cambiar una iglesia con tanta hisotria, "el que esté limpio que tire la primera piedra", "el que tiene que empezar es…";

Entristecemos al Espíritu no dejándole decir nada que nos incomode, perdonándonos mentiritas piadosas, chismes vestidos de pedidos de oración, envidias decoradas en intentos de guardar la sana doctrina y demás "pecados evangélicos"; (Efesios 4.30).

Este SIDA ha afectado nuestros espíritus. El Espíritu de luz quiere concientizarnos de nuestros pecado e invitarnos a crecer, a ser transformados, a refrescarnos de tanta religión tediosa y aburrida que ha atrapado a tantos dentro de las paredes de los templos.

En el nuevo milenio todavía la ciencia no encuentra una vacuna que prevenga el SIDA ni una cura que lo elimine. Nosotros tenemos una hecha por la sangre de Jesucristo de Nazareth que como colirio limpia el corazón arrepentido. De Cristo fluye la vida por su resurección para que un fresco fluir nos renueve el entendimiento a cada año, cada mes y a diario. También el Señor nos reveló un tratamiento de oración, comunión y perseverancia que atenta contra nuestros malos habitos y debilidades regenerando nuestra conciencia.

Vida Espiritual

La vida espiritual no es como la animal. La vida animal tiene ciclos. Se nace, hay un tiempo de crecimiento impetuoso, despues estabilidad y despues hasta un decrecimiento.
La vida espiritual debe ser como la vida vegetal. Los árboles siempre crecen, florecen y se extienden buscando el sol de cada día. El árbol que no crece es porque está muerto.

Me da lástima descubir a muchos adultos que piensan que ya no pueden cambiar, que por sus experiencias del pasado ya se las saben todas o que nada más se han dejado conformar. También me da lástima ver jóvenes tibios sin metas ni objetivos espirituales que no sueñan en crecer.
Debemos cambiar, arrepentinos de este sida que ha corroído la frescura de la vida espiritual en nosotros, y crecer, crecer y crecer apuntando a la medida perfecta de Cristo…


Fuente: www.especialidadesjuveniles.com

miércoles, 4 de mayo de 2011

SIDA: una conciencia con inmuno deficiencia / por Lucas Leys 2 de 3

SIDA En Nuestras Mentes

Analicemos la sigla SIDA:
Un SINDROME es un conjunto de signos característicos de una enfermedad.
INMUNO se refiere al sistema que combate a las enfermedades cuando se quieren apropiar de nuestro cuerpo.
DEFICIENCIA ADQUIRIDA se refiere obviamente a que un conjunto de síntomas indican que nuestro sistema inmunológico está deficiente.

El pecado es la enfermadad por excelencia. Entró en la humandidad cuando nuestros queridos ancestros no soportaron la tentación de decidir por ellos mismos lo que estaba bien y lo que estaba mal (Genesis 3:5).
Una tentación que sigue invitandonos igual que a ellos y en la que tristemente seguimos cayendo.


Una adolescente me decía que para ella no estaba "tan" mal ponerse de novia con este joven que no tenía idea de quién era el Señor.
Un pastor hablaba pestes de tal político porque prometía revisar los derechos de los homosexuales, aunque el candidato que él abiertamente recomendaba proponía la pena de muerte.
Pensar en esto me llevó a hacerme otra pregunta: ¿Cómo establecemos qué cosas dejamos pasar y cuáles no? Le respuesta era obvia: depende de lo que nos conviene.

Seguí meditando en esto por días y me encontré leyendo el capitulo 3 de Apocalipsis.
Juan relata la visión acerca de la iglesia en Laodicea.
Una iglesia que confiando en experiencias anteriores fue dejando su primer amor, su fuego y su onda con el Señor.
Los miembros de Laodicea no llegaron a apartarse, ni se hicieron los rebeldes. Simplemente dejaron que su religión pasase por lo exterior y en su interior ya no interesase el pecado cómo antes. Ya habían curado esas cosas vistosas que eran tan visibles en los más jóvenes pero se habían olvidado de seguir creciendo en ser santificados.
La sentencia dada a ellos por el Señor todos la conocemos: "Por cuanto no fuiste ni frio ni caliente…";


Fuente: www.especialidadesjuveniles.com

martes, 3 de mayo de 2011

lunes, 2 de mayo de 2011

SIDA: una conciencia con inmuno deficiencia / por Lucas Leys 1 de 3



En el año 1981 una "nueva"; enfermedad era reconocida oficialmente por los médicos. Algunos la llamaron la "peste rosa";.


Según algunos religiosos, era el castigo de Dios para los homosexuales; pero pronto la enfermedad se multiplicó. Dejaron de ser solamente homosexuales los infectados y ahora eran recién nacidos, mujeres embarazadas, jóvenes que habían recibido alguna transfusión contaminada, adolescentes en su primer caída sexual y más.
En pocos años la humanidad se hizo presa de una nueva pandemia, aunque no muy distinta de una tan vieja como Adán y Eva. Una que muchos albergan en sus conciencias.

Mientras El Tiempo Pasa

Para muchos de nosotros pasan los días y aquel fuego de nuestro amor a Dios parece quedar solo como parte de nuestras memorias. Aquellas experiencias vividas en congresos, noches de celebración, campamentos, campañas evangelísticas o simples reuniones dónde algún mensajero de Dios nos hizo poner los pelos de punta, para muchos quedan evaporadas al llegar la prueba o la simple sucesión de días de monotonía eclesiástica.

Si no viviste experiencias con el Señor que verdaderamente te conmovieron puede que no sepas de qué estoy hablando. Quizás tampoco me entiendas si hace poco que estás en los caminos del Rey y tu pasión por el reino está que explota. Les escribo a aquellos que conmigo hace años que estamos en la senda marcada aunque sea con muletas.

Dios hizo cambios en nuestras vidas y en el resto de los cristianos que nos rodean. Sin embargo redimidos y todo seguimos pecando.


Hace poco miraba un partido de fútbol entre dos iglesias que conozco hace tiempo. Hacía años que no veía a muchos de los que estaban en el partido pero fue facil recordarlos. Tenían las mismas malas actitudes que tiempo atrás.


Mientras miraba en silencio, me preguntaba: ¿Puede ser que los malos hábitos de hace años sigan siendo los mismos de hoy? Miré para adentro y en el espacio del tiempo de mi propia vida pude ver muchas cosas que no debían estar allí y que hacía años que deberían haber sido "desancladas";. Me hice otra pregunta: ¿Será una buena excusa pensar: "y bueno, yo soy así…";?