En el año 1981 una "nueva"; enfermedad era reconocida oficialmente por los médicos. Algunos la llamaron la "peste rosa";.
Según algunos religiosos, era el castigo de Dios para los homosexuales; pero pronto la enfermedad se multiplicó. Dejaron de ser solamente homosexuales los infectados y ahora eran recién nacidos, mujeres embarazadas, jóvenes que habían recibido alguna transfusión contaminada, adolescentes en su primer caída sexual y más.
En pocos años la humanidad se hizo presa de una nueva pandemia, aunque no muy distinta de una tan vieja como Adán y Eva. Una que muchos albergan en sus conciencias.
Mientras El Tiempo Pasa
Para muchos de nosotros pasan los días y aquel fuego de nuestro amor a Dios parece quedar solo como parte de nuestras memorias. Aquellas experiencias vividas en congresos, noches de celebración, campamentos, campañas evangelísticas o simples reuniones dónde algún mensajero de Dios nos hizo poner los pelos de punta, para muchos quedan evaporadas al llegar la prueba o la simple sucesión de días de monotonía eclesiástica.
Si no viviste experiencias con el Señor que verdaderamente te conmovieron puede que no sepas de qué estoy hablando. Quizás tampoco me entiendas si hace poco que estás en los caminos del Rey y tu pasión por el reino está que explota. Les escribo a aquellos que conmigo hace años que estamos en la senda marcada aunque sea con muletas.
Dios hizo cambios en nuestras vidas y en el resto de los cristianos que nos rodean. Sin embargo redimidos y todo seguimos pecando.
En pocos años la humanidad se hizo presa de una nueva pandemia, aunque no muy distinta de una tan vieja como Adán y Eva. Una que muchos albergan en sus conciencias.
Mientras El Tiempo Pasa
Para muchos de nosotros pasan los días y aquel fuego de nuestro amor a Dios parece quedar solo como parte de nuestras memorias. Aquellas experiencias vividas en congresos, noches de celebración, campamentos, campañas evangelísticas o simples reuniones dónde algún mensajero de Dios nos hizo poner los pelos de punta, para muchos quedan evaporadas al llegar la prueba o la simple sucesión de días de monotonía eclesiástica.
Si no viviste experiencias con el Señor que verdaderamente te conmovieron puede que no sepas de qué estoy hablando. Quizás tampoco me entiendas si hace poco que estás en los caminos del Rey y tu pasión por el reino está que explota. Les escribo a aquellos que conmigo hace años que estamos en la senda marcada aunque sea con muletas.
Dios hizo cambios en nuestras vidas y en el resto de los cristianos que nos rodean. Sin embargo redimidos y todo seguimos pecando.
Hace poco miraba un partido de fútbol entre dos iglesias que conozco hace tiempo. Hacía años que no veía a muchos de los que estaban en el partido pero fue facil recordarlos. Tenían las mismas malas actitudes que tiempo atrás.
Mientras miraba en silencio, me preguntaba: ¿Puede ser que los malos hábitos de hace años sigan siendo los mismos de hoy? Miré para adentro y en el espacio del tiempo de mi propia vida pude ver muchas cosas que no debían estar allí y que hacía años que deberían haber sido "desancladas";. Me hice otra pregunta: ¿Será una buena excusa pensar: "y bueno, yo soy así…";?
Fuente: www.especialidadesjuveniles.com
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