miércoles, 30 de noviembre de 2011

Joyas

Las joyas, en sí mismas, no tienen valor a menos que sean traídas a la luz. Colocadas en ciertas posiciones, reflejarán la belleza del sol. De otra forma, en ellas no hay belleza alguna.

El diamante que es llevado a la oscura galería o a la profunda mina subterránea no muestra ninguna belleza. ¿Qué es ella sino un pedazo de carbón, un poco de carbono común, a menos que ella se convierta en un medio para reflejar la luz? Así sucede también con las otras piedras preciosas.

Sus variados tonos no son nada sin la luz. Cuantos más lados tengan, reflejan más luz y exhiben más belleza. Si cogemos un diamante en bruto, veremos que no hay brillo en él. En su estado natural él no refleja luz alguna.

Así somos nosotros en un estado natural, de ninguna utilidad, hasta que Dios comienza a brillar sobre nosotros. La luz que existe en un diamante no es su propia posesión: es la belleza del sol.

¿Qué belleza existe en un hijo de Dios? Solamente la belleza de Jesús. Nosotros somos su pueblo especial, escogido para manifestar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Que podamos reflejar, hoy, Su luz y Su amor.

Salmos 97:11 “Luz está sembrada para el justo, Y alegría para los rectos de corazón.”

Salmos 27:1 “Jesús es mi luz y mi salvación: ¿de quién temeré? EL es la fortaleza de mi vida: ¿de quién he de atemorizarme?”

Proverbios 4:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto.”

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

lunes, 28 de noviembre de 2011

La Camisa

Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte. Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para hablar. Paco lo acompañó desconfiado.


Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:
- Padre, estoy con muchísima rabia. Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo.

Su padre, un hombre sencillo pero sabio, escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo.
- Joaquín me humilló delante de mis amigos. ¡Me gustaría que le pasase algo malo!

El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón. Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Paco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta. Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Joaquín y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tu le envías. Quiero que tires todo ese carbón en la camisa, hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.

Al niño le pareció un divertido juego, la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco. El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿como estás ahora?
- Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.

El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.

El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo. ¡Que susto! Paco solo conseguía ver sus dientes y ojos. Su padre, entonces, le dijo:
- Viste que la camisa casi no se ensució…. pero fíjate en tí mismo. Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti. Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos, los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.

Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Lucas 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.



Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

viernes, 25 de noviembre de 2011

Serie “Actívate” (parte 2 de 4) por Félix Duarte

Lucas 16:19-31 (El rico y Lázaro)


En esta parábola Jesús cuenta la historia de dos hombres, la de un hombre rico que vivía con muchos lujos, vistiendo las mejores ropas y la de un mendigo, desamparado, muy enfermo y hambriento, llamado Lázaro.



El mendigo se sentaba frente al palacio del hombre rico, esperando que este tuviera compasión de él y que le satisficiera su hambre. Pero el hombre rico pasaba diariamente cerca de Lázaro sin preocuparse por él.


Muchas veces en nuestro alrededor hay personas con necesidades y nosotros sabiendo que debemos ayudarlos, no hacemos nada y somos como el hombre rico, que conocía a Lázaro, sabía lo que necesitaba y nunca hizo nada. ¿Cuántas personas están pasando por momentos difíciles a tu alrededor? ¿Estás haciendo algo por ellos?


“Debes activar en ti el ayudar”, debes estar dispuesto a ayudar a los demás, así como lo hizo Jesús, sin esperar recibir nada a cambio, no importa que no seas rico, para ayudar no necesitas vivir en un palacio, ni tener mucho dinero… Con lo que tienes puedes ayudar.

En Isaías 61:1 Dios nos muestra que estamos en este mundo para que nos identifiquemos con las necesidades de los demás, para que ayudemos a los abatidos y quebrantados de corazón que estén pasando por momentos difíciles.

“Actívate” ayuda a los demás con lo que tienes y aún cuando no tengas nada, ayuda mostrando el amor de Dios.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Agenda de noviembre y diciembre

Detalles

El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.

Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.



El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime.

Casi con reverencia le dijo al maestro: ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro? Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

Proverbios 17:17 En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

lunes, 21 de noviembre de 2011

Un Hijo

Roy Popkin cuenta la historia real de un anciano que perdió el conocimiento en una calle de Brooklyn y lo llevaron de emergencia a un hospital.

Después de hacer algunas indagaciones, una enfermera del lugar pareció localizar al hijo del anciano, un marino que trabajaba en otra ciudad.

Cuando el marino llegó al hospital, la enfermera le dijo al anciano: “Su hijo está aquí”. El pobre anciano, sedado por tanta medicina, levantó su brazo tembloroso. El marino tomó su mano y la tuvo entre las suyas por varias horas.


De vez en cuando, la enfermera le sugería al marino que se tomara un descanso, pero él rehusaba.
Cerca de la madrugada, el anciano falleció. Luego que murió, el marino le preguntó a la enfermera: ¿Quién será ese hombre?


La enfermera le dijo: ¿no era su padre?
"No",
dijo el marino, “pero vi que se estaba muriendo y en ese momento él necesitaba un hijo desesperadamente y por eso me quedé”.


¿Cuando fue la última vez que hice algo extraordinario para acompañar a alguien simplemente porque esa persona lo necesitaba?



Lucas 22:26 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

viernes, 18 de noviembre de 2011

Serie “Actívate” (parte 1 de 4) por Sarahy García

En este mundo estamos rodeados de personas llenas de necesidades y problemas. Es muy común ver como la gran mayoría no se da cuenta de lo que ocurre a su alrededor, o peor aún, no le presta importancia y solo se preocupa por arreglar sus asuntos y estar bien ellos mismos.


“Darnos cuenta de la necesidad” debe y tiene que ser nuestra mayor prioridad. No debemos esperar a que el otro se nos acerque y nos pida un favor, debemos notarlo nosotros mismos y ayudar.


¿Por qué tengo que darme cuenta de las necesidades de los demás y ayudarlos? En Mateo 25:34-40, Jesús nos dice que cuando hacemos algo por alguien aquí en la tierra, sea bueno o malo, se lo estamos haciendo a Él mismo.


Es bueno saber que debemos ser justos y hacer las cosas de corazón, sin esperar nada a cambio y mucho menos, sin esperar que todos los demás se enteren de nuestra ayuda.


Sentirnos incómodos y molestos con todas las cosas malas que están pasando en este mundo, preocuparnos por las necesidades que hay a nuestro alrededor y hacer lo posible por resolverlas, es lo que Dios nos pide.


¡Actívate! ¡Despierta! ¡Sensibilízate! Date cuenta de que debes ayudar y olvidar, no publicarlo, siempre siendo humilde y aceptando en todo momento la ayuda que los demás te puedan ofrecer.

lunes, 14 de noviembre de 2011

911 por Leith Anderson

En algunos países avanzados, el servicio de emergencia 911 es todo un arte. Todo lo que tú necesitas hacer es solo marcar el 911 y estará conectado en el acto con un operador.


Frente al operador está una pantalla que refleja el número que marcó, la dirección de su casa y su nombre. La llamada esta ligada con el departamento de policía, el departamento de bomberos y los paramédicos.


Casi no tienes que decir nada. Si no puedes hablar por que te tienen amenzado o fuera de control porque un ser querido sufrió un ataque al corazón, no hay problema, el operador no necesita que des detalles ya que con sólo llamar, estará en camino la ayuda necesaria.


Así es la oración…la oración es una línea de emergencia. Sólo conéctate con el creador..si no puedes hablar porque estás quebrantado, ni siquiera tienes que dar detalles….ya el operador celestial recibió la llamada y tienen tu nombre, tu dirección y un servicio secreto de investigación que conoce los detalles..no te angusties..ya la ayuda está en camino. Espera en Él..y Él hará..

Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Fuente: http://www.renuevodeplenitud.com

sábado, 12 de noviembre de 2011

Más que estar juntos

El domingo 20, será “Más que estar juntos”.

Nuestro culto será en el parque Mirador Sur, a las 10:00 a.m. y luego nos quedaremos toda la tarde en familia, compartiendo el almuerzo, juegos, concursos y mucho más.

Muy importante: lleva tu familia y amigos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Serie "Actívate"

No te pierdas a partir de este sábado 12 a las 7:00 pm el inicio de nuestra nueva serie juvenil de 4 semanas "Actívate".

Los últimos 4 cultos del año con los 4 líderes, ¡no te lo puedes perder!

Servidores y cartas de Jesucristo por Yamel Núñez

2Corintios 3:1-6En esta lectura claramente especifica que somos cartas escritas por el Espíritu Santo. Esto quiere decir que todos los que nos vean, deben ver a Cristo en nosotros. ¿Estamos reflejando el fruto del Espíritu que indica Gálatas 5:22-23? ¿Todas nuestras acciones muestran a Jesús?


Para llegar a ser una carta que refleje a Dios, primero debemos de arrepentirnos de nuestros pecados. Analicemos la siguiente paráfrasis de los 10 mandamientos para ver en donde hemos fallado:

1. ¿Alguna vez has puesto a alguien antes que Dios?
2. ¿Alguna vez has puesto a algo antes que Dios?
3. ¿Alguna vez has usado el nombre de Dios en vano diciendo “¡Dios….!” o “Jesucristo” en ira?
4. ¿Te tomas un día de la semana para descansar y reflexionar en Dios?
5. ¿Siempre has honrado los deseos de tus padres con una buena actitud?
6. ¿Has asesinado a alguien? Antes de que respondas eso, recuerda que la Biblia dice que si odias a alguien has roto el espíritu de este mandamiento (1 Juan 3:15).
7. ¿Has pecado sexualmente con un miembro del sexo opuesto o del mismo sexo? Recuerda que la Biblia dice en Mateo 5:18 que si hemos deseado a alguien en tu mente, hemos roto este mandamiento a los ojos de Dios.
8. ¿Alguna vez has robado algo? ¿Qué hay del tiempo de tu empleador al surfear por internet en el tiempo de la compañía? ¿Qué hay de quitar la atención durante clases o cogerte la gloria por los logros de otros?
9. ¿Alguna vez le has mentido a alguien incluyendo exageraciones o las famosas “mentiras blancas”?
10. ¿Alguna vez has deseado lo que otros tienen? ¿Su apariencia, carro, dinero, novio, novia?

Luego de arrepentirnos, debemos velar por no volver a caer y dejar que se produzca en nosotros el fruto del Espíritu. De esta forma llegaremos a ser verdaderamente una carta escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.


En la lectura también podemos notar que somos servidores capacitados. Esto significa que somos capaces de realizar la función que nuestro Señor nos indique. Pero, ¿Qué debemos hacer para ser un servidor capacitado?

1- Decidirnos: Así como Josué decidió a quien servir y lo demostró al decirle al pueblo de Israel “Yo y mi casa serviremos a Jehová”, así debemos nosotros decidir a quién o a qué servir, si al único y verdadero Dios, o a alguna otra cosa.
2- Capacitarnos: El Señor mismo ya nos dio dones y talentos para poner a Su servicio. Sólo tenemos que identificar cuáles son y perfeccionarlos para Su gloria.


Ser un ministro capaz del Señor puede hacer que pensemos que el trabajo que tenemos por delante es muy grande para nosotros, pero siempre recuerda Su palabra “Mi presencia irá contigo y te daré descanso” (Éxodo 33:14).

Fuente:http://puertaabiertaonline.org/multimedia/cultos-juveniles/121-sabado-05-noviembre-2011.html

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Una vida de obediencia por C. Stanley

Dios sabe lo que somos realmente: pecadores por naturaleza y por costumbre. Antes de ser salvos, vivíamos en rebeldía contra su autoridad, siguiendo nuestro propio camino. Pero Él nos amó tanto, que envió a su Hijo a sacrificar su vida en pago de la deuda de pecado que teníamos (Jn 3.16).


El amor de Dios por nosotros es lo que nos motiva a obedecerlo en todo.
Cristo es nuestro ejemplo de obediencia. Él se retiraba habitualmente de las multitudes para pasar tiempo en oración y descubrir la voluntad de Dios. Buscaba complacer al Padre en todo lo que hacía, y quería que el mundo reconociera que mediante la obediencia se demuestra el amor (Jn 14.31).


La Biblia ofrece ejemplos de este principio.

David no tuvo una vida perfecta, pero Dios sabía que el rey estaba consagrado de todo corazón a Él (1 R 15.5). David declaró: "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón" (Sal 40.8). Y el apóstol Pablo tenía a Cristo como su solo objetivo (Fil 3.13, 14). Aunque, antes de su conversión, había perseguido a los judíos cristianos (1 Co 15.9).


Estos dos hombres experimentaron el amor perdonador de Dios, que los motivó a buscar activamente su voluntad. Nuestro Padre celestial sabe que ninguno de nosotros puede tener una vida perfecta, y por eso quiere que sus hijos dejen que el Espíritu Santo les ayude a obedecer.


Una vida de obediencia requiere una mente centrada en el Señor y su plan, un corazón comprometido a obedecerle, y una voluntad rendida a su autoridad. Consiste en negarse a sí mismo, resistir la tentación, y preferir su camino diariamente. ¿Qué tan fuerte es el deseo suyo de hacer la voluntad de Dios?

lunes, 7 de noviembre de 2011

El Piloto

En un avión con destino a Nueva York un niño entró buscando su asiento y se sentó. El niño era muy educado. Y pasó el tiempo coloreando en su libro de pintar. No presentaba rasgos de ansiedad ni nerviosismo al despegar el avión. El vuelo no fue muy bueno, hubo tormenta y mucha turbulencia.

El avión dió una sacudida fuerte, y todos estaban muy nerviosos, pero el niño mantuvo su calma y serenidad en todo momento.

¿Cómo lo hacía?, ¿Por qué su calma? Hasta que una mujer frenética le preguntó:
- Niño: ¿no tienes miedo?
- No señora, contestó el niño y mirando su libro de pintar le dijo:
-Mi padre es el piloto.


¿Sorprendido?
Hay tiempos en nuestra vida que los sucesos nos sacuden un poco y nos encontramos en turbulencia. No vemos terreno sólido y nuestros pies no pisan lugar seguro. No tenemos de dónde agarrarnos, y no nos sentimos seguros. Pero recordemos que nuestro amadísimo Padre Celestial es nuestro piloto.

A pesar de las circunstancias, nuestras vidas están puestas en el creador del cielo y la tierra. Y la próxima vez que llegue una tormenta a tu vida o si en este momento estás pasando por una, alza tu mirada al cielo, siéntete confiado y di para ti mismo:
¡Mi Padre es el piloto!


Nahúm 1:7
Bueno es Dios para fortaleza en el día de la angustia; y conoce á los que en él confían.

Hechos 18:9-10 Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles: Porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal.

Salmos 9:9 Y será Dios refugio al pobre, Refugio para el tiempo de angustia.

Salmos 18:2 Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; Escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.

Salmos 32:7
Tú eres mi refugio; me guardarás de angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.

Fuente: www.renuevodeplenitud.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

El hombre de la puerta por Dante Gebel

Hechos 3:1-10 (Curación de un cojo)

La unción es dinámica, está viva, es práctica, utilitaria y se puede llevar de lunes a viernes a donde vayamos, no está limitada a la iglesia y a sus servicios de sábados y domingos.
Tendemos a compararnos con ministros y a ver como Dios usa a otros… esto nos lleva a frustrarnos, cayendo en el error de querer y anhelar lo que tienen otros. Pero Dios siempre conoce nuestro corazón.

Si existieran las máquinas del tiempo, retroceder serviría para decirle al antiguo “yo” que todo saldrá bien. Si te sientes fuera de lugar, apartado, frustrado, atado o bipolar…tranquilo, todo saldrá bien!.

Cuando la biblia hace referencia a un “cojo” alude a una persona que no está paralítico pero que tiene los tobillos quebrados. Es aquel que pareciera estar bien, pero no lo está. De la misma manera, en ocasiones nos sentimos “cojos”, con un área que no nos deja ser feliz, que no nos permite avanzar, un mal hábito (pornografía, malos pensamientos, relaciones prematrimoniales, mentira, celos…) que nos detiene, dejándonos inestables y vulnerables.

Pero Dios se glorifica en medio de nuestras debilidades y fracasos. Son pruebas necesarias para fortalecer esas áreas de nuestra vida que necesitan ser reparadas y que nos permitirán rendirnos ante Dios y buscar su rostro con un mayor anhelo aun en medio de la crisis.

El cojo vivía en la puerta. La puerta simboliza ese sitio de observación, de transición, no es un lugar para vivir, molesta al que quiere entrar o salir y personaliza a aquel que sabe mucho de lo que pasa dentro pero también de lo que pasa fuera, sabe demasiado como para considerarse un inconverso pero no lo suficiente como para ser santo, parece pero no es… permitiendo que sus áreas cojas lo lleven a la puerta. Dios nos llama a ser fríos o calientes, pero no tibios, no personas de puerta.

Lo que necesitamos para salir de la puerta es fe, semejante a la que tenía Pedro cuando caminó por encima de las aguas y adoración, como la que Juan experimentaba cuando se recostaba sobre el pecho de Jesús.

Es la fe de que Dios está interesado en nosotros, en que emprendamos, avancemos y soñemos junto a la adoración que no nos permitirá jamás perder la comunión con EL.

Fuente: sinopsis de “El hombre de la puerta” (Pastor Dante Gebel)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Maravillas

El famoso Luis Pasteur estaba cierta mañana con sus manos puestas sobre su mesa de estudio, con sus dedos juntos, en forma de pantalla y su cabeza inclinada a pocos centímetros de la mesa; hasta que por fin levantó su cabeza, y separando las manos, apareció un pequeño microscopio.

Un estudiante que había estado observándole, tan quieto, durante largo rato, dijo:


-Pensaba, doctor Pasteur, que estaba usted orando.
-Así es -replicó el científico levantando su microscopio. Estaba diciéndole a Dios cosas muy lindas, aunque no tanto como las que Él estaba diciéndome a mí por medio de sus obras.


Evitemos en el día de hoy que nuestras ocupaciones y diario agitar mantengan nuestros ojos y nuestros corazones cerrados, tomemos un minuto para disfrutar y agradecer los maravillosos regalos que Dios nos da en todo momento a través de su creación.


Job 9:10
El que hace cosas grandes e incomprensibles, Y maravillosas, sin número.


Salmos 139:14
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras: Estoy maravillado, Y mi alma lo conoce bien.


Apocalipsis 15:3
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso.

Salmos 135:6-7
Todo lo que quiso Dios, ha hecho En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos. El hace subir las nubes del cabo de la tierra; El hizo los relámpagos para la lluvia; El saca los vientos de sus tesoros.

Fuente: www.renuevodeplenitud.com