viernes, 29 de abril de 2011

Escuela para mover montañas por Jay Arisso

Estaba conversando con un amigo sobre el deporte de escalar montañas. A él le fascina escalar. Dice que se siente libre y conectado con Dios cuando esta escalando las montañas. Mientras más grande, mejor para él. Para mí, eso es una locura!

Aunque él me cuenta que tienen escuelas que te enseñan exactamente como escalar de una manera segura, yo no pagaría ni un centavo de mi dinero para ser como si fuera el hombre araña. Llámame gallina si quieres! Pero fue muy interesante la conversación. Ahora, más interesante fue la idea que me trajo esa conversación a la mente.

Me puse a pensar de lo genial que fuera si hubiera una escuela para aprender como mover montañas. Te imaginas? Eso si me gustaría!

No tener que escalar una montaña, sino simplemente moverla. No solamente me gustaría hacerlo con las montañas físicas, sino que genial fuera poder hacerlo con las montañas de la vida.

Las montañas de la vida como los problemas, los conflictos, las personas difíciles, el dolor y todas las otras montañas que nos encontramos en el camino nuestra vida. Sin embargo, si podemos encontrar una escuela como está en la Biblia. Jesús fue el primer instructor de esta escuela tan impresionante. Jesús nos aseguró que si tenemos fe tan pequeña como un grano de mostaza, podríamos decirle a una montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará.

Aunque suena mas fácil decirlo que hacerlo, vamos a pensar un poco de que exactamente nos está enseñando Jesús con sus palabras. Si leemos otra vez lo que el nos está diciendo, podemos encontrar que EL nos da dos pasos para poder mover las montañas en nuestras vidas. Básicamente son estos:

1-Tenemos que pensar más grande
2-Tenemos que comenzar pequeño

Me imagino tu cara. Debes estar diciendo, “De qué esta hablando este tipo!” Antes de llamarme loco, pon atención a mi locura.

Jesús nos esta diciendo que tenemos que pensar más grande que lo que pensamos normalmente.

Muchas veces, cuando nos encontramos con problemas, vemos el problema como una montaña muy grande para conquistar. Se nos hace muy difícil pensar que vamos a poder solucionar ese problema. Pero Jesús nos está diciendo que tenemos que pensar más grande que la montaña.

Tenemos que recordar que tenemos un DIOS que es más grande que todas las montañas del mundo, en caso, él es el creador de esas montañas. Igual, el es más grande que nuestros problemas. Para ti y para mi, si son bien grande esos problemas. Pues claro, son unas montañas inmensas! Pero para nuestro padre celestial, no son tan grande, EL puede mover montañas. Tenemos que pensar más grande.

También, a la misma vez que nos dice que tenemos que pensar más grande, nos enseña que tenemos que comenzar pequeño.

La semilla de mostaza es del tamaño de un grano de arena. Muy pequeña! Tan pequeña que casi no se ve. Pero entonces porqué es que Jesús nos dice que si tenemos fe del tamaño de un grano de mostaza, podemos mover montañas?

El nos esta enseñando como comenzar pequeño. Aunque el nos esta enseñando que podemos mover montañas, no quiere decir que lo vamos hacer con nuestra propia fuerza. Hay problemas en nuestra vida que nosotros, de nuestra propia fuerza, nuestra propia sabiduría o entendimiento, jamás vamos a solucionar. Pero si aprendemos de Jesús, vamos a entender que no depende de cuanto sabemos nosotros de EL, sino cuanto creemos nosotros en EL.

Si creemos por lo menos un poquito en nuestro gran DIOS, nuestros problemas no tienen una oportunidad a vencernos. Pase lo que pase en tu vida personal o ministerial, recuerda de pensar más grande mientras comienzas pequeño.

Un poquito de fe en un gran DIOS es la fórmula para poder mover montañas. Si logramos vivir esto, vamos a ver una revolución en nuestras vidas personales. Y cuando eso ocurre, la revolución se pega como un virus. Así que no esperes más, ve a mover montañas!

Contigo en la brecha...


Fuente: http://www.especialidadesjuveniles.com/

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