Es impresionante la pregunta que Dios le hace a un Salomón hijo del hombre que era conforme al corazón de Jehová, es decir su siervo David.
Luego que Salomón fue afirmando en su reino, convocó a todos los principales del pueblo y subiendo Salomón delante de Jehová en el altar de bronce que esta en el tabernáculo de reunión ofreció mil holocaustos.
Luego que Salomón fue afirmando en su reino, convocó a todos los principales del pueblo y subiendo Salomón delante de Jehová en el altar de bronce que esta en el tabernáculo de reunión ofreció mil holocaustos.
Es de percatarse que la pregunta que Dios le hace a Salomón no viene de la nada, sino que es el resultado de algo impresionante que Salomón con todo su corazón estaba haciendo delante de El. Un Holocausto es un sacrificio perfecto y agradable delante de Dios siempre y cuando la intención del corazón sea sincera y eso es algo que a Dios no se le escapa.
Siendo sincero creo que todos quisiéramos que Dios nos dijera: “¿Qué quieres que te dé?”, yo te pregunto a ti: ¿Qué le pedirías a Dios?, posiblemente algunos le pidiéramos una unción tan fuerte que ni los árboles soportaran estar parados frente a nosotros, otros quizá le pidiéramos que nos diera el don de sanidades, para tocar a los enfermos y que fueran sanos, otros quizá le pidiéramos que nos diera el mayor denuedo que pudiera existir para predicar y ser los mejores predicadores, mas de algún chico le pidiera que le diera a la mujer más linda de todo el universo, pero quiero decirte que mi esposa ya se casó conmigo.
Bueno la verdad es que todos tenemos miles de cosas que poder pedir, desde cosas espirituales hasta cosas materiales. Pero si por un momento meditamos sobre lo que pidió Salomón, nos daríamos cuenta que el principio de todo lo que podamos necesitar o queramos pedir se encuentra en la sabiduría, pero no cualquier sabiduría, sino que la sabiduría que viene de lo alto.
¿Por qué es el principio?, porque de ahí depende todo lo bueno o lo malo que podamos experimentar, puesto que dependiendo de la sabiduría que tengamos así también será nuestro accionar en la vida en todo ámbito. Que lindo fuera que todos nosotros antes de pedir algo a Dios diéramos nuestra vida en holocausto perfecto delante de Él, es decir llevar una vida agradable que sea equivalente a los mil holocaustos que Salomón ofreció.
¿Es tan difícil agradar a Dios?, yo estoy seguro que no, todo depende de la disposición que halla en nuestro corazón y de la sabiduría que adquiramos de parte de Dios al buscarlo en oración y leerlo en sus sagradas escrituras.
Dios puede darte lo que quieras, pero ¿Tú que le estás dando a Él?
Dios puede darte lo que quieras, pero ¿Tú que le estás dando a Él?
Fuente: http://www.devocionaldiario.com
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