Y
ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres: pero el mayor de
ellos es el amor.
Amor
es un conjunto de fenómenos afectivos, emocionales y de conocimientos que ligan
una persona de otra.
De
la forma en que nosotros decimos que amamos a Dios es que debemos amar a los
demás, de esa forma le demostramos el inmenso amor de nuestro Dios.
El
verdadero amor siempre prefiere el bienestar de los otros. El amor no desea, ni
procura su propia alabanza u honra, el que ama a su hermano siempre le desea lo
mejor.
La
cabeza clara y el entendimiento profundo no tienen valor sin un corazón benévolo
y caritativo.
Benévolo:
que tiene una buena voluntad o afecto hacia alguien o algo.
Caritativo: la persona que ejerce la caridad.
Caritativo: la persona que ejerce la caridad.
Puede
haber una mano abierta y generosa donde no hay un corazón benévolo ni
caritativo. Debemos hacer el bien al prójimo sin esperar nada a cambio, de esa
forma reflejamos que existe amor en nosotros.
Dios
nos mostró su verdadero amor enviando a su único hijo a morir por nosotros, por
ese amor que fue tan grande es que tenemos entrada al lugar santo.
Permanezcamos en amor, amemos
a los demás, así podremos demostrarle a Dios que de verdad lo amamos como
decimos.
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