El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Corintios 13.4–7)
Nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él (1 Juan 4.16)
El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios (Juan 16.27)
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13.34–35)
La búsqueda más difícil es la de la verdad y el amor.
Esta frase es gramaticalmente correcta. Sé que todos los maestros quisieran pluralizar esta frase y decir: Las búsquedas más difíciles son la de la verdad y la del amor. Pero eso no es lo que quiero decir.
El amor es una búsqueda difícil.
La verdad lo es también.
Pero pon las dos juntas, busca la verdad y el amor al mismo tiempo y sujétate firmemente, pues experimentarás la mayor aventura de tu vida.
Amor en la verdad. Verdad en el amor. Nunca uno a expensas del otro. Nunca el abrazo del amor sin la antorcha de la verdad. Nunca el calor de la verdad sin la calidez del amor.
Buscar ambas cosas es nuestra tarea principal.
Fuente: http://devocionaldiario.org/
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