Dios te forma con un propósito y que El espera que entregues lo mejor de lo que te han dado. Él no quiere que te preocupes por codicia o habilidades que no tienes. En lugar de eso, quiere que te concentres en los talentos que te ha dado para su uso.
Cuando se intenta servir a Dios en cosas que no sabes servir, se siente como forzar a una pieza cuadrada en un agujero redondo. Es frustrante y produce resultados limitados. Asimismo, pierdes tu tiempo, talento y energía.
El mejor uso de tu vida es servir a Dios con tu propia forma. Para hacer esto debes descubrir cual es tu forma, aprender a aceptarla y disfrutar de ella y luego a desarrollarla al máximo potencial.
La Biblia dice, “Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.” (Efesios 5:17 NVI) No dejes que te pasen los días. Comienza a buscar y a aclarar lo que Dios quiere que seas y hagas.
Comienza por examinar tus habilidades. Mira detenidamente y piensa en que eres bueno y en que no eres bueno. Pablo dijo, “Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación…” (Romanos 12:3b NVI)
Haz una lista. Pregúntales a otras personas por su opinión sincera. Dile que estás buscando la verdad, no un cumplido. Los dones espirituales y habilidades naturales son siempre confirmados por los demás.
Si piensas que estás dotado para ser un maestro o un cantante y nadie más está de acuerdo, ¿adivinen qué? Si quieres saber si tienes el don de liderazgo, mira por encima del hombro! Si nadie te está siguiendo, no eres un líder.
Este me encantó. Gracias.
ResponderEliminar¡Bendiciones!