Cada cual examine su propia conducta; y si tiene algo de qué presumir, que no se compare con nadie. Galatas 6:4b
Otra forma de determinar cómo puedes servir a los demás es haciéndote preguntas tales como:
¿Qué es lo que realmente me gusta hacer más?
¿Cuándo me siento vivo?
¿Qué estoy haciendo cuando pierdo la noción del tiempo?
¿Me gusta la rutina o la variedad?
¿Prefiero que servir con un equipo o por mí mismo?
¿Soy más introvertido o extrovertido?
¿Soy más de los que piensa o de los que siente?
¿Qué disfruto mas la competencia o la cooperación?
Examine sus experiencias y trata de extraer las lecciones que has aprendido. Revisa tu vida y piensa en la forma que ha tomado. Moisés le dijo a los Israelitas, "Recuerden hoy que fueron ustedes, y no sus hijos, los que vieron y experimentaron la *disciplina del SEÑOR su Dios." Deuteronomio 11:2
Las experiencias olvidadas no sirven para nada; por eso es bueno mantener un diario espiritual. A Pablo le preocupaba que los creyentes de Gálatas hubieran malgastado el dolor por el que habían pasado. El dijo, "¿Tanto sufrir, para nada? Alt. ¿Han tenido tan grandes experiencias en vano?" Galatas 3:4
Nosotros rara vez vemos el propósito de Dios mientras estemos pasando dolor, cuando fallamos o en vergüenza. Cuando Jesús lavo los pies de Pedro, el dijo, “Ahora no entiendes lo que estoy haciendo —le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde." Juan 13:7
Sólo cuando miramos hacia atrás podemos entender cómo Dios ha destinado un problema para el bien.
Extraer las lecciones de tu experiencia toma tiempo. Te recomiendo que tomes un fin de semana para un retiro de revisión de vida, donde puedas hacer una pausa para ver cómo Dios ha trabajado en la definición de los distintos momentos de tu vida y considerar la forma que El quiere usar esas lecciones para ayudar a otros.
Esto te dará una dirección muy clara sobre la forma en la que El quiere que ministres a los demás.
¡Amén!
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